Una vez asentado en el amor con la exprimera dama de Pronovias, Manuel Valls está cerrando en estos últimos días de agosto los últimos flecos para encabezar la lista electoral de una plataforma transversal y constitucionalista para la alcaldía de Barcelona, donde estaría Ciudadanos y asociaciones como Sociedad Civil Catalana (SCC) así como profesionales independientes.
El político francés nacido en Cataluña, que hace un año abandonó el Partido Socialista francés para apoyar el movimiento La République En Marche de Emmanuel Macron, lleva varios meses de reflexión que están a punto de concluir.
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ya indicó en verano que las negociaciones están muy avanzadas con Valls y que dicha plataforma liderada por Ciudadanos tendrá “muy presente” a la sociedad civil. «Estamos ultimando esa candidatura para ganar al separatismo y a (la alcaldesa de Barcelona, Ada) Colau en Barcelona» y «en pocas semanas, a la vuelta de agosto, podremos concretar eso», declaró antes de la pausa veraniega.
Fue el propio Valls el que, el pasado 20 de abril, dijo que Ciudadanos le había propuesto aspirar a la Alcaldía de la Ciudad Condal y que se lo iba a pensar, tras lo cual Rivera confirmó que habían iniciado los contactos con ese fin.
“Si somos generosos e inteligentes, se puede sumar a mucha gente que ni siquiera esté en la vida política
El líder de la formación naranja aseguró en agosto que la suma de la fuerza de un candidato como Valls y la del partido que ganó los últimos comicios autonómicos en Cataluña pueda dar lugar a una opción «muy atractiva y muy transversal para la sociedad». El objetivo, subrayó, es que Barcelona, «en vez de estar en manos del separatismo, pueda estar en la vía constitucionalista».
Rivera admitió que aún hay «muchos flecos» pendientes respecto a la fórmula concreta de la candidatura, pero hizo hincapié en que «una de las patas y la fuerza» de la misma es Ciudadanos. “Si somos generosos e inteligentes, se puede sumar a mucha gente que ni siquiera esté en la vida política», de manera que sea «un proyecto de la sociedad civil, no solo de partidos, con una visión muy amplia para transformar Barcelona», manifestó.
EL PSC, «DESMARCADO» CON LA OFERTA DE VALLS
En cuanto a la posible participación de otros partidos en esa lista municipal, el líder de C’s lamentó que el PSC ya se haya “desmarcado” diciendo que de ninguna manera va a integrarse en la nueva plataforma constitucionalista, mientras que «el PP tampoco está en eso y en Barcelona las encuestas lo dejan fuera del Ayuntamiento».
El presidente de Ciudadanos señaló que el objetivo es que «la gente quiera venir a vivir» a la capital catalana y no se vea disuadida por “problemas” relacionados con el turismo, el ‘top manta’, la conflictividad entre taxis y VTC y el “parón” producido por el separatismo catalán.
La posible candidatura de Manuel Valls también es del agrado de Inés Arrimadas, quien destacó recientemente que su entrada en la política catalana sería “una experiencia única, una lección de europeísmo en toda regla», protagonizada por una persona que nació en Barcelona, que se fue a Francia, llegó a ser primer ministro y volvió donde se fue criado para intentar ser alcalde.
En las municipales de 2015, la formación naranja cosechó más de 230.000 votos, un 7,4 % del total, y acumuló 176 concejales en toda Cataluña, sin ninguna alcaldía en sus manos, pero el crecimiento electoral que desde entonces está protagonizado el partido de Rivera y Arrimadas tendrá, con toda probabilidad, una traducción práctica en los comicios locales del año que viene.
La jefa de la oposición en Cataluña auguró en verano que Ciudadanos experimentará en las elecciones de 2019 una «consolidación municipal muy importante» y jugará «un papel fundamental» tras los comicios, porque estará en disposición de liderar alternativas constitucionalistas en muchos lugares de Cataluña. En este sentido, Arrimadas interpeló al PSC, al que le ha pedido que reflexione sobre su política de alianzas y opte por sumar a Ciudadanos y al PP en estas.
“El PSC va a tener que decidir si sigue cometiendo el error de pactar con ERC y con partidos nacionalistas o empieza a ver que esa táctica ya no va bien, porque ceder o pactar con los nacionalistas siempre es a cambio de poner los ayuntamientos al servicio del nacionalismo”, concluyó.