La convocatoria de elecciones generales ha pillado a contrapié al centro-derecha navarro. UPN había acentuado en los últimos tiempos su distancia con el PP, formación con la que concurre a las elecciones generales desde 1982.
UPN, que acaba de cumplir cuarenta años de vida, nació en 1979 tras una ruptura con UCD por la decisión de Suárez de apoyar la Disposición transitoria cuarta de la Constitución que hace viable la integración de Navarra a Euskadi.
Los regionalistas acudieron de la mano de AP en las generales desde 1982 y desde entonces no han separado sus destinos a nivel estatal. Sin embargo, desde 2011 UPN y PP concurren separados a las autonómicas por el pacto entre Miguel Sanz y José Blanco después de que el PSOE imposibilitase un ‘Gobierno de progreso’ en 2007 pese al acuerdo entre PSN, Nafarroa Bai e Izquierda Unida.
Javier Esparza está moderando su discurso en los últimos meses para intentar recobrar la transversalidad tradicional de UPN. El presidente de los regionalistas es consciente de que su discurso duro contra la cultura vasca le aleja del centro y provoca que votantes que confiaban hace tres décadas en Juan Cruz Alli hoy estén apostando por Geroa Bai.
El fichaje como coordinador del argumentario de José Andrés Burguete, exlíder del extinto y centrista CDN (escisión del propio UPN), se enmarca dentro de la intención de Esparza de virar al centro y recuperar el ímpetu perdido pese a su falta de apoyos internos y mediáticos.
UPN en principio tenía previsto apostar por concurrir en solitario a las generales para hacer más audible su ‘voz en Madrid. Sin embargo, la cúpula del partido ayer dio síntomas de un acuerdo PP. El pacto se podría anunciar en los próximos días.
EL PP DE NAVARRA APUESTA POR SU ‘PLAN A’
Ana Beltrán, portavoz del PP en el Parlamento navarro, apostó en noviembre por una «unión constitucionalista» con UPN y Ciudadanos para las autonómicas que ambos rechazaron. La líder popular ahora ha vuelto a contribuir al previsible acuerdo con los regionalistas, en este caso para las generales.
El ‘Plan A’ del PP podría cristalizar. Todavía es pronto para conocer los nombres de los candidatos, pero es previsible que se caiga de las listas por el Senado el histórico José Cruz Pérez Lapazarán, que podría despedirse de la política activa tras cuarenta y cinco años en la vida pública.
Javier García, exlíder de las juventudes del CDN y actual diputado autonómico del PP, entra en las quinielas para relevarle. Recuerden que este joven político fue el número tres de la lista del centro-derecha foralista para el Congreso en 2016. Desde las filas populares desmienten a MONCLOA.com que se haya barajado todavía ningún nombre.
El ‘Plan B’ de los populares, si UPN ‘le daba calabazas’, era articular su propia candidatura. Pero tras el previsible acuerdo esta plancha finalmente podría ser liderada en el Congreso por Sergio Sayas (UPN), tal y como adelantó el pasado jueves MONCLOA.COM. Para ello deberá someterse antes a un proceso de primarias.
Al día siguiente Íñigo Alli, portavoz de los regionalistas en el Congreso, anunció su renuncia a volver a encabezar la lista por motivos «personales y familiares». Su sonoro divorcio con Esparza, señalan fuentes cercanas al partido, sería el motivo oculto del precipitado adiós.
ANA BELTRÁN SE HACE FUERTE
Ana Beltrán tiene la confianza de Pablo Casado, al que apoyó en las primarias contra Soraya Sáenz de Santamaría, que previsiblemente hubiese impuesto una renovación en el PP navarro de haber triunfado.
Cierto es que el PP tendrá un duro examen el 26-M, aunque por ahora se ha impuesto la paz con UPN, que ha apoyado a última hora la reedición del pacto. Esparza sigue perfilando su lista para las autonómicas con la intención de que la decisión no resulte demasiado traumática.
Geroa Bai lanzó el pasado viernes una propuesta de acuerdo a sus socios en el Gobierno de Navarra, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra. Los dos últimos se apresuraron a rechazar el envite para el Congreso, sabedores de la fuerza de Unidos Podemos en la circunscripción navarra. Aunque Podemos ha dejado la puerta abierta en el Senado para intentar que las ‘fuerzas del cambio’ se hagan con tres de los cuatro senadores por Navarra.
La coalición liderada por Iglesias tiene dos de los cinco diputados navarros en el Congreso y uno de los cuatro senadores. EH Bildu ha puesto también en un aprieto a Geroa Bai al lanzarle una propuesta para intentar recuperar la voz vasquista navarra en la Cámara Baja que tuvieron ambas formaciones en diversos pactos o en solitario entre 2004 y 2015.
La otra gran duda de la izquierda en la Comunidad Foral es si Podemos e Izquierda-Ezkerra concurrirán juntos a las autonómicas. Los morados, sumidos en una brutal crisis interna, buscan el acuerdo. Y sus socios se lo piensan de nuevo, principalmente a nivel municipal, tras haberse mostrado fríos en los últimos meses por la percepción de que la suma será más caudalosa si se presentan por separado.