Arnaldo Otegi sigue perfilando un proyecto que va tomando cuerpo desde hace tres años. El líder de la izquierda abertzale quiere ensanchar el espacio de Euskal Herria Bildu con una especie de plataforma que podría tener referentes en nueve comunidades autónomas.
En las últimas elecciones generales del mes de abril EH Bildu hizo campaña junto a ERC, aunque en esta breve legislatura ambos han tenido sus posiciones propias. Ambas fuerzas también se pusieron de acuerdo para poner en pie Ahora Repúblicas, coalición con guiño a la izquierda española.
En este proyecto también estuvo el Bloque Nacionalista Galego, pero Otegi no logró que el PNV, los postconvergentes y las CUP se sumasen a este proyecto soberanista que bebe de los ecos de las europeas de 1987, año en el que HB logró más de 100.000 votos fuera de Euskadi y Navarra.
Este hito lo logró la izquierda abertzale gracias a apoyos de partidos madrileños, la Liga Comunista Revolucionaria o el Movimiento Comunista, o y una fuerza catalana, el Moviment de Defensa de la Terra.
OTEGI IMPULSA LA DECLARACIÓN DE LLOTJA
El procés pilló a contrapié al independentismo vasco. La resolución del conflicto en Navarra y Euskadi desinflamó al soberanismo y desde entonces Arnaldo Otegi ha tenido muchas dudas sobre cómo lanzar guiños al independentismo catalán sin renunciar a su propio proyecto.
Pero la hoja de ruta más ambiciosa, las votaciones populares de Gure Esku Dago, naufragaron por el frío recibimiento de la sociedad vasca y por el enfado de EH Bildu ante la control de la plataforma de sectores ligados al PNV.
Otegi ha apostado ahora por la Declaración de Llotja, que ha unido a EH Bildu con BNG, Crida Nacional, CUP, Demòcrates de Catalunya, ERC, Esquerra Valenciana, JxCat, Més per Mallorca, Més per Menorca, PDeCAT y República Valenciana/ Partit Valencianista Europeu.
SONORAS AUSENCIAS
El Partido Nacionalista Vasco y Compromís han evidenciado que sus respectivos éxitos electorales se deben a que anteponen el pragmatismo sobre el nacionalismo. Los jeltzales se han negado a sumarse con EH Bildu, que los azota desde la oposición en el Parlamento vasco, y con Junts per Catalunya, evidencia del enfado de Urkullu con Puigdemont.
EH Bildu tampoco ha logrado sumar a su proyecto, una especie de Podemos independentista, a fuerzas nacionalista como la Chunta Aragonesista o tres pequeños partidos que estuvieron en el proyecto de Ahora Repúblicas: Andecha Astur (Principado de Asturias), Puyalón de Cuchas (Aragón) y Ahora Canarias.
EL OBJETIVO DE OTEGI
Arnaldo Otegi dice que a partir del 10-N su objetivo es «sacar a los presos, defender la autodeterminación y una agenda social de progreso». El líder de EH Bildu cree que un peso importante del independentismo dificultará un posible pacto entre PSOE y PP.
«Si gana Sánchez, lo que hará es la investidura con la abstención del PP, no una coalición pero sí la investidura, y el precio que pagará será más leña contra Cataluña y contra el independentismo, más recortes de derechos sociales de los trabajadores y más recortes de los derechos de todas las naciones del Estado. Ese va a ser el precio, y lo sabemos», asegura.
El de Elgoibar no se corta contra ambos partidos: «¡Como si no nos acordáramos de que aquí Patxi López y Antonio Basagoiti gobernaron juntos gracias a la ilegalización de la izquierda abertzale!”.
GALEUSCA Y LOS ANTICAPIS
El proyecto de Otegi no es nuevo: nacionalistas vascos, catalanes y gallegos pusieron en pie el pacto de Galeusca en 1923 para pedir la independencia. El proyecto tuvo continuación en el exilio e incluso con la deriva centralista de Aznar, que promovió indirectamente un pacto entre CiU, PNV y BNG para las europeas de 1999.
Uno de los problemas que tiene este Podemos independentista es que no cuentan con un referente en Madrid, Anticapis sigue dentro del partido que lidera Pablo Iglesias e Izquierda Castellana está prácticamente extinguido por la muerte de Doris Benegas.
OTEGI CONTRA EL PNV
El líder abertzale desvela las razones por las que el PNV no se ha sumado al nuevo pacto: «El PNV, que conocía la iniciativa desde hacía mucho tiempo, ahora dice que no está de acuerdo con los contenidos de esa declaración. Yo estoy convencido de que sus bases sí la comparten».
«Lo más a largo plazo que mira el PNV son las siguientes elecciones. Seguramente están pensando que si son decisivos, pondrán eso que ellos llaman agenda del país sobre la mesa y que consiste básicamente en trenes de alta velocidad. Sin embargo, nosotros creemos que el modelo de acción política del PNV se va agotar», añade.
Otegi dice que «si el PSOE busca la compañía de la derecha, el PP pondrá sobre la mesa tres ingredientes: Navarra, mano dura con Cataluña y con los independentistas y probablemente una reforma de la ley electoral que haga que los gobiernos de España no dependan de las fuerzas nacionalistas. Si eso ocurre, la estrategia del PNV tendrá serias dificultades».