Arnaldo Otegi celebró el domingo pasado de forma exultante el extraordinario resultado de EH Bildu, que duplicará su representación en el Congreso. El líder abertzale no se cortaba: «Agur Maroto, agur Pablito Casado, agur trifachito».
El histórico dirigente Iñaki Ruiz de Pinedo le arrebataba el acta a Javier Maroto por tan solo 384 votos. El Partido Popular cayó hasta convertirse en quinta fuerza en el que fue su feudo en Euskadi, Álava, y el PNV logró un triunfo histórico.
La campaña estatal de Maroto ha recibido severas críticas tras la hecatombe de Pablo Casado y su estatus en el partido cae a la baja tras perder el pulso con EH Bildu después de un intercambio de golpes que ha acabado con su derrota.
LAS CARICIAS DE MAROTO
El Partido Popular ha agudizado su discurso contra EH Bildu para intentar cortar el paso a nivel estatal a Vox. No ayudó a marcar distancias la actitud de Javier Maroto en un debate organizado por la Cadena SER con el líder abertzale Óscar Matute.
El candidato de EH Bildu pidió al número tres del PP que «explicara a los votantes vascos el acuerdo de Gobierno del PP con la extrema derecha de Vox en Andalucía. Ese es el camino a seguir también para el Estado español, pactar con la extrema derecha».
Maroto tiraba de complicidad: «Yo también participé de aquel acuerdo. Lo que proponía Vox tenía cosas que se ponían coloraos. Por ejemplo, era quitarle la protección a las mujeres para ponérsela a los toros o decir no a los gais. Todo eso lo dejamos fuera porque es intolerable en la España democrática en la que yo creo».
El candidato popular por Álava aseguraba que «todo eso se quedó fuera porque es inaceptable. Por tanto, nosotros no vamos a recibir lecciones de lo que es aceptable y no en política, Oskar. Tú sabes lo que pienso en todo eso y sabes que soy una persona moderada. Mi partido defiende la moderación y hay que acordar entre moderados en un Gobierno para los próximos años«.
Santiago Abascal cargó por Twitter contra «la derechita cobarde» que, según él, representa Maroto, y Rafa Hernando salió en auxilio de su compañero: «A ver Santi Abascal, ya está bien de atacar a los del PP y pretender regalar lecciones de valentía porque la realidad es que mientras cientos de concejales y cargos del PP permanecieron en el Pais Vasco y no se rindieron nunca, tú saliste corriendo. No te fue fácil pero respeta».
LOS INSULTOS DE MAROTO
Javier Maroto, consciente del enfado en sus filas por sus caricias a EH Bildu, cambió de actitud en un debate posterior organizado por El Correo. En este caso lo hizo contra su rival, Ruiz de Pinedo: «Siento vergüenza de compartir espacio contigo».
El número tres del PP tiró de sobreactuación y tildó de «miserable», «cobarde» y «escoria» al candidato que finalmente le ha arrebatado el escaño. «No tengas la indecencia de volver a opinar sobre la validez moral o ética de los planteamientos de mi partido», añadió.
«Estoy en este debate y siento vergüenza de compartir este espacio contigo, con alguien que pertenece a un grupo de cobardes que han arruinado nuestro país, el País Vasco, dentro de España, nuestra tierra, con vuestras acciones cobardes durante 40 años», continuó.
Maroto afirmó que en EH Bildu permanecen «en silencio cobarde, como todos los demás, tú eres un cobarde, miserablemente cobarde. Guardando silencio y apareciendo aquí como un político más. Y es lo que sois, la escoria del País Vasco traída a la política».
Y remató:»Pretendes estar aquí como si no pasara nada. Yo no te voy a blanquear. Yo sé lo que tú opinas, sé lo que opina tu jefe Otegi y tú a mí no me das ni una sola lección de ética o de moral. Porque no la puedes dar y porque no la tienes».
EL DARDO DE GARA A 48 HORAS DE LAS URNAS
Gara abría el pasado viernes, a 48 horas de la apertura de las urnas, con un titular que tenía un objetivo: descabalgar a Maroto: «En 2015 el PP propuso a EH Bildu un apaño para la reelección de Maroto».
El número tres del PP fue investido como alcalde de Vitoria en 2011 y en 2015 estuvo a punto de repetir en el cargo, pero un pacto entre PNV y EH Bildu lo evitó. Según el diario abertzale, «hace cuatro años, cuando Maroto estaba a punto de perder la Alcaldía, el PP trató de pastelear con EH Bildu para garantizarle la reelección al frente del Ayuntamiento de Gasteiz».
El citado medio afirmaba que «Iñaki Oyarzábal propuso a Hasier Arraiz que permitieran la reelección de Javier Maroto como alcalde de Gasteiz, con el argumento de que la polarización entre ambas fuerzas les había ido muy bien a las dos. Pretendía que se siguiera por ese camino que decía que llevaría al PNV, tercer partido del Consistorio en ese momento, desaparecer como opción municipal de gobierno. El PP se convertiría así en la alternativa conservadora y EH Bildu en la progresista, para futuras alternancias».
Y añadían: «La oferta del PP tenía otro señuelo. Oyarzábal ofreció a Arraiz que algún concejal del PP podría ‘confundirse’ al votar en algún pueblo de Araba para facilitar a EH Bildu esa alcaldía. Aunque este punto no ha podido ser confirmado por Gara, este municipio podría ser Artziniega, donde PNV y EH Bildu estaban empatados a cuatro concejales y el voto del PP fue determinante en favor del jeltzale».
Gara explica que «a respuesta de Hasier Arraiz fue la ya conocida por la evidencia de los hechos posteriores. Hizo saber a Iñaki Oyarzábal que con los planteamientos de carácter xenófobo que Javier Maroto había hecho sobre el cobro de las ayudas sociales, para EH Bildu no dejarles gobernar se había convertido en una prioridad, aunque fueran el partido más votado del Ayuntamiento». El domingo Gara titulaba: «Bildu descabalga a Maroto, otra vez».
CAMBIOS DE ACTITUD
El PP vasco se acercó a EH Bildu tras el cese de la actividad armada de ETA y la salida de María San Gil. Por aquel entonces Maroto decía que «los políticos que no entiendan en este momento la necesidad de abrir puentes, que solo se puede ser útil en la política hablando entre diferentes, los que no entienden esto, quizá no deberían estar en la política de hoy».
Borja Sémper decía que «el futuro de la sociedad vasca, guste o no en determinados sitios, se tiene que construir también con Bildu». Arantza Quiroga mantuvo la misma actitud hasta que se vio obligada a dimitir por este hecho.