sábado, 23 noviembre 2024

Obras de arte más famosas del mundo

El mundo está lleno de muchas obras de arte. Estas durante siglos han sido representadas desde muchas maneras: pinturas, esculturas y arquitecturas, definitivamente nacen desde las venas y el corazón del artista que las difunde. Sin duda alguna, hemos ido creciendo y conociendo cada una de esas piezas idílicas y originales que se han hecho merecedora de la distinción de “Las obras más famosas del mundo”. Desde luego que son incontables los artistas que se han tomado la tarea de diversificar por todos y cada uno de los rincones del mundo, creaciones que promueven el sentido cultural, y por supuesto, son un claro ejemplo de la génesis de los pueblos, comunidades, y de las mismas sociedades.

Conocer la historia del arte que tantos frutos le ha dado a la humanidad, es considerar que estas constituyen el ejercicio de las Naciones que avanzan hacia un camino que lleva por nombre, «El horizonte de las cosas vivas que merecen la pena mostrar». Es decir, en aquellos tiempos no existían registros fotográficos, sin embargo, el hombre buscaba por doquier la manera de plasmar sus sentimientos, y lo que le rodeaba, para inspirarse y hacer historia.

Porque si de algo tenemos que estar seguros, es que las artes rompen con cualquier barrera, y transmiten mensajes dentro de sus categorías simbólicas. Teniendo en cuanta la relevancia de este tema, te ofrecemos un compendio de obras que han impactado al mundo, y un poco de su origen. Muchas ya las conoces, pero siempre es bueno refrescar la memoria.

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Las Meninas, Diego Velázquez

Las meninas, es una de las obras de arte considerada de las más influyentes de Diego Velázquez, el artista español del siglo de oro, como ha sido considerado en la historia de esta humanidad. De acuerdo a esto es la «obra maestra», tiene una insigne historia que se remonta a 1656, en un óleo sobre tela que le dio la vuelta al mundo gracias al trabajo de este artista famoso.

Tiene una composición en planos, donde el artista logra presentar de una manera impresionante por medio de diversas entradas de iluminación, una escena cotidiana que refiere a la corte de Felipe IV. Dentro de esos límites entre la pintura y la realidad se desdibujan un hecho sin precedentes donde el tiempo fue clave en todo el éxito. Esta majestuosa obra se encuentra en el Museo Nacional del Prado.