No han pasado ni 24 horas desde que Fernando Grande-Marlaska anunciara a bombo y platillo en Algeciras que «ningún atentado contra la Guardia Civil o la Policía Nacional va a quedar impune«, cuando diversos colectivos de la Guardia Civil críticos con la gestión del titular de Interior, de quien depende directamente el Cuerpo, han puesto de relieve que los narcos implicados en los últimos embistes con vehículos todoterreno a los agentes de Policía Nacional y de la Guardia Civil que luchan contra el tráfico de drogas ya han salido de la cárcel mientras los compañeros permanecen ingresados.
UNA NUEVA ESCALADA DE EMBESTIDAS DEL NARCO Y UNA VISITA EXPRÉS DE MARLASKA
El propio ministro del ramo se desplazó hasta la provincia de Cadiz para visitar a los afectados, últimos en una larga lista de sucesos que se vienen repitiendo desde 2019, y donde explicó la «actitud» de los narcotraficantes contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a la «desesperación» por la efectividad del conocido como Plan Marlaska para el Campo de Gibraltar.
«Los narcos están desesperados, el Estado ha tomado la iniciativa, el principio de autoridad está vigente y la consecuencia es que están detenidas once personas por los distintos hechos de la provincia de Cádiz», remarcaba ayer el titular de Interior ante los medios que seguían su visita institucional.
Grande-Marlaska visitaba a varios agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional que habían resultado heridos en diversos ataques de los narcotraficantes: varios de ellos tras recibir el impacto en sus vehículos de los conductores kamikaces de los narcos, y otros por tiroteos y cruces con los señores de la droga a los que Marlaska declaró en 2018 la guerra abierta. Durante la visita a la provincia por la que es diputado, el titular de Interior se encontró con otra sorpresa: un grupo de Policías de Jusapol, una de las asociaciones más combativas del Cuerpo, le increpaba para reclamar la equiparación salarial aún debida.
PLAN MARLASKA CONTRA EL NARCOTRAFICO: MÁS MEDIOS PERSONALES Y MATERIALES
Desde que en 2018 Grande-Marlaska se hiciera con la cartera de Interior mostró un gran interés con reforzar el valor de la zona del Campo de Gibraltar, que se había convertido en un pequeño Medellín con bandas de narcos y redes de tráfico de drogas enquistados en la sociedad. Durante un año, el equipo y los refuerzos desplegado por Interior en la zona, con más medios y más de 400 agentes de refuerzo, consiguieron dar un gran palo a las cúpulas de los cinco clanes más importantes de la droga en el Estrecho.
Durante un año de calma tensa, los ataques que venían sufriendo los destacamentos de Guardia Civil y Policía Nacional destinados en la lucha contra el narcotráfico, parecían haber parado. Sin embargo, a finales de 2019 volvieron con más fuerza y gravedad. Ahora los Guardias Civiles piden al Ministro del Interior que estos ataques, en los que se juegan la vida, no queden impunes.
UNA NUEVA ESCALADA DE ATAQUES AL INSTITUTO ARMADO
En 11 días han sido objetivo de seis ataques de gran gravedad, que ha llevado a varios de los efectivos a tener que ser ingresados graves en los hospitales de Cádiz y Málaga.
- El 29 de agosto, en la AP-7, un traficante embistió dos veces a un coche camuflado de la Guardia Civil.
- El 3 de septiembre, en dos puntos de las provincias de Cádiz y Málaga, sendos vehículos del Instituto Armado terminaron destrozados después de que les embistieran todoterrenos. Ese mismo día, dos traficantes de marihuana dispararon con escopeta a tres Guardias Civiles en Bornos, uno de ellos aún permanecía en el hospital ingresado el día de la visita de Marlaska.
- El 5 de septiembre, un inspector de la Policía Nacional resultó gravemente herido en Algeciras al encontrarse con un traficante kamikaze.
- El 6 de septiembre repetían el modus operandi en Estepona con más heridos en el Instituto Armado.
MARLASKA DOBLA LA APUESTA DE ZOIDO CONTRA EL NARCOTRÁFICO
Más allá de que ahora queden «impunes» al salir bajo fianza los autores de estos embistes, lo cierto es que la estrategia de Grande-Marlaska ha sido un pequeño éxito: desde 2018, el número de detenidos asciende a 2.758, según datos aportados por el Ministerio. También, se han incautado 105.298 kilos de droga -la mayoría, hachís- además de gasolina y tabaco de contrabando.