Los cabecillas del procés han sido condenados por el Tribunal Supremo por sedición y cumplirán entre nueve y 13 años de cárcel. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no descarta el indulto. Pero para hacerlo efectivo, necesita un informe del tribunal sentenciador y del ministerio fiscal en el que se refleje si son favorables a librar de sus responsabilidades penales a los condenados. Fuentes judiciales aseguran que tanto el juez Manuel Marchena como la Fiscalía no están por la labor de presentar un informe favorable. Y pese a que el Gobierno no necesita la aprobación del tribunal para indultar a los nacionalistas, expertos en la materia advierten que sería «difícil» que Sánchez presentara un indulto «contra la opinión del tribunal sentenciador.
Si Sánchez se empeñara en librar a los condenados de la cárcel, podría hacerlo. Pese a que el informe del ministerio fiscal y del tribunal sentenciador es necesario, su contenido no es vinculante. La última palabra la tendrá el líder socialista. Sin embargo, no es común que el Gobierno indulte a un condenado en contra del criterio de los jueces que hicieron efectiva la condena.
Fuentes judiciales aseguran que el juez Marchena no tiene intención mostrarse favorable al indulto. Sería como desdecirse de una sentencia que desde las instituciones judiciales se considera «ejemplar» e «incontestable». El apoyo a la sentencia dictada por el Tribunal Supremo dentro Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) es unánime. Al igual que desde el Ministerio Fiscal, que incluso llegó a pedir una condena mucho más elevada (por rebelión) para los líderes del procés. Por tanto, si Sánchez se aventura a indultar a los políticos presos, lo hará sin el respaldo en bloque de la Justicia.
El PSOE no descarta librar de la cárcel a los líderes del procés. Desde Ferraz no quieren cerrarse puertas antes de que se celebren los comicios del 10 de noviembre. Los socialistas son conscientes de que los nacionalistas en el Congreso jugarán la baza del indulto para vender su apoyo. Y Sánchez aún no sabe si necesitará el apoyo de partidos como ERC para revalidar su cargo. Por este motivo, los socialistas mantendrán un perfil bajo respecto a la sentencia hasta conocerse los resultados electorales de otoño.
Hasta el momento, desde Ferraz han echado balones fuera. Han evitado por activa y por pasiva responder a la pregunta de si librarán de la cárcel a los independentistas. «No procede en absoluto hablar de indultos», ha asegurado este lunes el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, en «Los desayunos de TVE». La ambigüedad se ha convertido en la consigna de los socialistas. Al menos hasta el 10 de noviembre. El PSOE aspira a aglutinar tanto a votantes procedentes de Unidas Podemos como «a los moderados a los que Rivera ha dejado huérfanos», tal y como aseguró el presidente del Gobierno en una entrevista en el diario El Español.
Esta postura de los socialistas ha sido empleada como arma (o seguro) electoral desde abril, pues incluso en el debate electoral televisado previo a las generales del 28-A, Sánchez evitó pronunciarse sobre si indultaría a los líderes del procés. Ahora, con la sentencia sobre la mesa, el presidente del Gobierno sabe que si quiere el apoyo tanto de ERC como de otras fuerzas nacionalistas catalanas, tendrá que negociar con el indulto.
UNA SENTENCIA EJEMPLAR
El respaldo a la condena del Supremo desde las instancias judiciales es unánime. Todas las fuentes consultadas por MONCLOA.COM coinciden en la valoración. «Es una sentencia ejemplar», han destacado diferentes fuentes judiciales consultadas que prefieren mantenerse en el anonimato. «Marchena es un juez impecable», ha proseguido uno de los expertos. Según estas fuentes, la sentencia no será ni cuestionada por Europa, el siguiente paso que seguirán los líderes independentistas.
Los políticos presos están condenados por sedición y malversación de fondos públicos. Las penas impuestas por el Supremo oscilan entre los nueve y los 13 años de cárcel. El peor parado ha sido el exvicepresident de la Generalitat Oriol Junqueras, que cumplirá 13 años entre rejas por malversación y sedición. Los exconsejeros Raül Romeva, Jordi Turull y Dolors Bassa han sido condenados a 12 años por los mismos delitos que Junqueras. Los exconsejeros Josep Rull y Joaquim Forn se han librado de la malversación, pero no de la sedición, que les llevará a la cárcel por diez años y medio. La expresidenta del Parlament Carme Forcadell cumplirá 11 años y medio. Y los líderes de la ANC y de Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, cumplirán nueve años en prisión. Todos por sedición.
Los tres condenados que se libraron de la prisión preventiva (los exconsejeros Santi Vila, Carles Mundó y Meritxell Borràs) han sido condenados a un año y ocho meses de inhabilitación especial y diez meses de multa con una cuota de 200 euros diaria. Según el criterio del Supremo, tanto Vila, como Mundó, como Borràs no cometieron malversación de fondos. Por lo que no entrarán en la cárcel.