La pandemia ha arrasado con todos los partidos políticos a excepción de uno: Vox. El PSOE es el único que salva los muebles, pero el resto caen como consecuencia del desgaste generado por la crisis. La última encuesta de Mestroscopia para Cinco Días es demoledora, pues deja entrever que en estos tiempos convulsos el único partido que parece capitalizar el descontento general es el que lidera Santiago Abascal, el resto caen en picado, especialmente el vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, quien pierde de golpe hasta diez parlamentarios.
Vox pasaría de 52 diputados a 64, casi los mismos parlamentarios que se dejaría Iglesias por el camino en una encuesta que no ha dejado indiferente a nadie, especialmente al Partido Popular, que ve como Abascal le sigue comiendo la tostada mientras ellos siguen sin conformar una alternativa consolidada de Gobierno. Pablo Casado e Iglesias han salido mal parados, pues parece que en tiempos convulsos no son los representantes que quieren los españoles.
Abascal es quien ha salido ganando en todo este proceso. Ha sido capaz de canalizar el descontento de la población y de conseguir reflejarlo en intención de voto, que ahora va por el 17,5% del total y que convierte a Vox en un lastre para el Partido Popular, pues casi todo su electorado procede de la formación conservadora. El PP sigue estancado en sus peores resultados de la historia del partido, pues pasaría de los 89 diputados que tiene a los 88.
El peor parado es Unidas Podemos, que pasa de 35 a 25 diputados. Un varapalo histórico que dejaría a la formación morada en una posición complicada que solo se podría solucionar con un lavado de cara importante que trajera nuevos representantes e Iglesias pasara a un tercer plano. Algo que de momento no parece que vaya a tener lugar.
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, tampoco parece que haya acertado en su estrategia de acercarse a Pedro Sánchez. Si la formación naranja estaba en cifras bajas, ahora, con los nuevos resultados de la encuesta, ha quedado claro que la tendencia de Ciudadanos va a la baja. Arrimadas pasaría de los diez diputados que tiene actualmente a ocho, algo que abocaría al partido a la desaparición o a una presencia absolutamente residual.
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) también pierde votos, pasaría de 13 a nueve y alimentaría ese cajón desastre de partidos con baja representación que serían quienes decidirían quién gobierna el país, que en este caso solo podría hacerlo Pedro Sánchez de nuevo, que mantiene al PSOE con el mismo resultado que tiene actualmente.
El ascenso de Vox es una buena noticia para Abascal, pero una mala para el bloque conservador. Su característica ideológica irreconciliable le hace que sea imposible que tengan capacidad de gobernar. Y eso apuntala al PSOE y a Pedro Sánchez en el poder y, sobretodo, a que los independentistas sigan teniendo opción de exigir para dar la llave de Gobierno a los socialistas.
Con estos resultados, Sánchez se siente cómodo y Ferraz consolida la estrategia que hasta ahora parece haberle salido a la perfección: proteger la erosión política de su presidente y exponer a otros, como al vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, que se pega un buen tortazo con esta encuesta realizada por Metroscopia para Cinco Días.