Iberdrola encargó a Villarejo espiar a Florentino Pérez

  • El trabajo se realizó cuando el presidente del Real Madrid intentaba entrar en el consejo de la compañía energética.
  • El director de Seguridad de esta empresa, Antonio Asenjo, fue el interlocutor con el comisario.
  • El policía se empeñó en el "conocimiento documentado de acciones irregulares" de Florentino Pérez.
  • Iberdrola encargó al comisario José Manuel Villarejo que espiara y buscara información comprometida sobre el presidente de ACS y del Real Madrid, Florentino Pérez, según los documentos y grabaciones a las que ha tenido acceso MONCLOA.COM en una investigación conjunta con Elconfidencial.com. El encargo se realizó en el periodo en el que éste pugnaba por entrar en el consejo de administración de la compañía energética presidida por Ignacio Sánchez Galán.

    El comisario desarrolló el trabajo encargado por Iberdrola con el objetivo de que Florentino Pérez abandonara sus pretensiones sobre esta empresa. Para ello buscó información sobre operaciones que pudieran ponerle en apuros tanto en España como en el extranjero o, tal como expresó en sus informes «conocimiento documentado de acciones irregulares» de Florentino Pérez

    Fue el director de Seguridad de Iberdrola, Antonio Asenjo, el que encargó a Villarejo la misión de abortar la operación de Florentino Pérez, a la que se oponía el presidente de la compañía eléctrica, Ignacio Sánchez Galán. Así aparece en conversaciones entre Asenjo y Villarejo, grabadas por el propio policía en el mes de mayo de 2009.

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    Portada del informe de Villarejo para Iberdrola sobre Florentino Pérez. Los subrayados son de MONCLOA.COM

    La actividad que desarrolló Villarejo contra Florentino Pérez quedó reflejada en unos informes elaborados bajo el epígrafe de “Proyecto Posy”. En el informe definitivo que elaboró el comisario el 4 de mayo de 2009 quedó reflejado que se trató de un encargo de la Dirección de Seguridad de Iberdrola realizado en el mes de febrero de ese mismo año.

    El “objetivo fundamental” del proyecto fue “verificar cualquier dato y/o circunstancia de interés sobre FLO y/o su equipo humano, que pudiera ser empleado en un escenario de conflicto, en caso de que este llegara finalmente a tener lugar”. FLO era la clave con la que los informes de Villarejo para Iberdrola se referían a Florentino Pérez.

    El escenario que cita Villarejo era el intento del presidente de ACS, que contaba entonces con una importante participación accionarial en Iberdrola, de entrar en el consejo de administración de la compañía energética. Villarejo advirtió en su informe del carácter “delicado y de naturaleza sensible” del trabajo, debido a la importancia del objetivo. Por esas razones, el comisario advirtió que “el trabajo a realizar deberá ser sutil, con perfil bajo de actividad agresiva y máxima discreción”.

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    Detalle del informe que señala a Florentino Pérez.

    Entre los objetivos a través de los que podía atacar a Florentino Pérez, Villarejo citó lo que consideraba la “obsesiva protección” que el presidente de ACS tenía “respecto de su imagen personal”. El comisario afirmó en su informe que se trataba de un “punto débil” que le hacía vulnerable.

    Villarejo recopiló informaciones relacionadas con asuntos que podrían perjudicar a Florentino Pérez o, al menos, generarle “un significativo reproche moral”. Entre ellos citó el caso Ollero, relacionado con las adjudicaciones de obras públicas en Andalucía y “actuaciones conspirativas” con el líder de la oposición de Guinea Ecuatorial, Severo Moto. También citó lo que consideraba como “irregular” recalificación de la Ciudad Deportiva del Real Madrid o lo que entendió como  su presunta participación “en el fraude judicial” del caso Urbanor, un asunto en el que se habían visto envueltos los financieros Alberto Cortina y Alberto Alcocer.

    A todo ello habría que sumar, siempre según el informe elaborado por Villarejo, operaciones por las que Florentino Pérez presuntamente se habría beneficiado en Asia mediante lo que el comisario describió como “el uso de su condición de presidente” del Real Madrid. Además, el informe citó en su arranque la quiebra de una empresa del grupo Cobra. Villarejo también ofreció a Iberdrola indagar alrededor de la presunta relación de Florentino Pérez “con pagos al entorno” del vicepresidente de la comunidad de Madrid y al tesorero nacional del Partido Popular.

    En este informe del llamado Proyecto Posy, Villarejo dejó reflejado que habría contactado con altos directivos cercanos al presidente de ACS para intentar obtener “datos sensibles” o documentación comprometedora. Del mismo modo, el comisario sondeó las posibilidades que ofrecía la posible aparición de pagos de esta empresa dentro del caso Gürtel.

    Entre los asuntos con los que trabajó Villarejo se encontraron gestiones en Londres relacionadas con fichajes de futbolistas. También investigó el comisario sociedades en Antillas Holandesas, y China, de la misma manera que indagó alrededor de operaciones de empresas de ACS en Suramérica. Igualmente, Villarejo siguió muy de cerca el proceso electoral que le llevaría a volver a la presidencia del Real Madrid (de la que estuvo ausente desde 2006) un mes más tarde de la elaboración de este informe.

    IBERDROLA, FLORENTINO Y EL EQUIPO DE VILLAREJO

    Los recursos que utilizó Villarejo para este trabajo incluyeron el control del tráfico de llamadas de algunos números telefónicos del Reino Unido, según las referencias que afloran en el informe elaborado para Iberdrola. Además, el comisario afirmó que los servicios de seguridad de Florentino Pérez habrían detectado la presencia de miembros del equipo de Villarejo durante sus tareas de seguimiento y control, aunque no habían logrado identificarlos.

    Villarejo advirtió en este informe de la relación de personas del entorno de Florentino Pérez con otras de la órbita de Iberdrola, lo que supondría un “grave riesgo de penetración y/o filtración de datos sensibles, que afecten a aspectos muy nucleares de la Presidencia de IB”, siglas con las que se refería a Iberdrola.

    Además, el policía advirtió de que Pérez ya pensaba establecer una “estrategia de acoso y desgaste” del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, “para forzarle a marcharse teniendo en cuenta su edad y su holgada capacidad económica”. Villarejo informó a esta última compañía de que el presidente de ACS presuntamente seguiría “potenciando la búsqueda agresiva de datos” para ese fin.

    El comisario sostuvo en el informe entregado a Iberdrola que  Florentino Pérez recibía apoyo “de casi todas las instituciones oficiales”. Incluso llegó a considerar “evidentes” las del Ministerio del Interior. Villarejo, que afirmó que recibió presiones para dejar de investigar, al menos hasta después de las elecciones a la presidencia del Real Madrid, consideró que “dada la delicadeza de este apartado, procede ampliar verbalmente los detalles”.

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    Conclusiones del informe Posy y la referencia a la información verbal.

    Por último, Villarejo informó de que había realizado una maniobra para “verificar la calidad de la respuesta” del entorno de Florentino Pérez. El comisario, según relató, habría contactado, ocultando su identidad real,  con medios de comunicación y “peñas no muy afines” para pedir datos sobre irregularidades de Florentino Pérez. Este intento llevó, según su relato, a recibir “todo tipo de intoxicaciones y/o comentarios sin sentido” cuyo interés realmente habría sido el de intentar identificarle.

    En la actualidad, la investigación judicial sobre las actividades realizadas por el comisario Villarejo que lleva adelante el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, incluye una pieza separada sobre el trabajo realizado para Iberdrola. Esta pieza fue abierta recientemente tras desvelar este medio que Villarejo espió y hostigó a personas que se oponían a los intereses de Iberdrola alrededor de su central térmica en Arcos de la Frontera o la nuclear de Cofrentes. También espió a uno de sus propios directivos y a un accionista que realizó una intervención crítica en una junta general de la compañía con la gestión de Sánchez Galán. Los trabajos incluyeron la infiltración en plataformas vecinales, el espionaje a un comité de empresa, seguimientos personales o control del tráfico de llamadas de sus objetivos.