Llegó septiembre y es época de nuevos propósitos. Uno de ellos es el de bajar peso, tras los excesos del verano y quizá para compensar sacrificios pre estivales para lucir bañador o bikini. Pero siempre surgen las dudas de si la dieta o el proceso es el correcto y si no caerás una y otra vez en el dichoso ‘efecto rebote’.
A la hora de la verdad las tres únicas cosas que hacen falta para estar sano y delgado se pueden resumir en fuerza de voluntad, dieta sana y equilibrada y ejercicio físico regular. El problema es saber cómo en virtud de tu peso, tu forma actual, tus parámetros físicos o tu tiempo disponible. Lo mejor es siempre hacerlo bien y buscar el asesoramiento médico y de expertos en nutrición y dietética. Nada de dietas milagro o tácticas que sólo perjudicarán a tu salud.
La base para bajar peso
Pero la casa hay que empezarla por los cimientos. Y las hermanas Lyssie y Tammy Lakatos, dietistas de éxito, más conocidas por el sobrenombre de ‘The Nutrition Twins’ (‘Las gemelas de la nutrición’, en inglés), lo tienen claro. Aconsejan que la clave está en pesarse todos los días. Puede parecer muy simple o tan obvio que es baladí decirlo, pero es la base no sólo de un control y seguimiento, sino de motivación.
Como todo en la vida, «cuando comienzas tu travesía hacia la pérdida de peso, debes establecer un punto de referencia», aconsejan en la revista ‘Eat This Not That’. Si empiezas directamente sin estudiar previamente en qué situación te encuentras, es probable que acabes dando pasos de ciego. Para las gemelas, «pesarse de forma regular es la mejor manera de responsabilizarse del proceso y mantener las cosas bajo control».
La báscula como herramienta motivadora
Según un estudio del Registro Nacional de Control del Peso estadounidense, el 75% de las personas que lo consiguen y no recuperan los kilos se pesan al menos una vez por semana. Es por tanto un reforzador positivo de la decisión que has tomado de bajar de peso. «Es muy motivador ver cómo la aguja se mueve más hacia abajo o bien los números descienden», recalcan las gemelas expertas.
Pero el estudio llegó más allá y a continuación les propusieron bajar un 10% de peso simplemente pesándose todos los días en vez de una vez a la semana. No les dieron más pautas de dieta ni condiciones. Los resultados mejoraron y llegaban a ese objetivo, por lo que, sin cambiar hábitos, el seguimiento diario mejoraba ostensiblemente el resultado. ¿La explicación? «Si te pesas de forma regular te estás obligando a ser consciente de la conexión que tiene tu alimentación con el peso», asegura David Levitsky, profesor de nutrición.
Pero ojo si tiendes a obsesionarte con bajar peso
Por supuesto todo esto los propios experto lo desaconsejas si va a ser peor el remedio que la enfermedad. Nos referimos a que el control se convierta en obsesión y domine tu día a día. Si es así es mejor que optes por otros métodos o intentes controlar el número de veces que acudes a la báscula. Como aseguran las gemelas Lakatos, valdría tan solo con pesarse una vez a la semana. La clave está en «prestar atención a la tendencia de pérdida de peso, no en el número que aparece».
Las conclusiones son que a más control hay más disciplina, la refuerza. Sin embargo, hay que estar atentos a que no se convierta en algo obsesivo que al final perjudique a tu organismo y a tu mente. La ruta ideal es ese pesado diario en la báscula y el seguimiento constante de una dieta equilibrada y ejercicios, siempre bajo supervisión de especialistas.