Se llama Ana Botella. Pero no es la exalcaldesa de Madrid. Se trata de Ana María Botella, la secretaria de Estado de Seguridad del Ministerio de Interior. Y muchos dentro del PSOE la ven como posible sustituta del ministro Fernando Grande-Marlaska si éste da el salto a Justicia. Un periplo que fuentes del partido ven posible.Una corriente importante dentro de Ferraz apuesta por que el juez sustituirá a Dolores Delgado y dejará libre una vacante en una cartera tan relevante como la de Interior. Y es ahí donde se ha dejado caer el nombre de Ana María Botella.
La secretaria de Estado ha mantenido un perfil bajo. Al menos en el plano mediático. Pero Ana María Botella está muy valorada desde su partido. Tanto, que muchos desde Ferraz han confirmado a MONCLOA.COM que la ven como una de las principales candidatas a ocupar el ministerio de Interior si Marlaska deja libre la vacante. Su labor y su trabajo, especialmente con la gestión del conflicto catalán, ha sido muy valorada en el Gobierno.
Su nombre ha salpicado los titulares pocas veces. Pero ha mantenido una actitud muy activa en todos los problemas de Estado. El pasado 28 de octubre, en plenos disturbios en las principales ciudades catalanas, Botella fue a Barcelona para visitar a los agentes que habían sido trasladados para acabar con las revueltas que envolvieron en llamas algunas de las calles de la Ciudad Condal. Visitó también al agente de la Policía Nacional herido durante los disturbios que había sido ingresado.
Mientras estaba pendiente de los disturbios en Cataluña, también ha abordado otros temas importantes como la inmigración ilegal. Ella también es quien hace frente a la crisis migratoria que atraviesa Canarias tras el repunte de la llegada de pateras y cayucos al archipiélago.
La número dos de Interior fue elegida por Marlaska tan pronto como llegó al Ministerio de Interior. De hecho, mientras se intentaba averiguar cuál sería el organigrama de esta cartera. Lo único que tuvo claro el juez era que quería a Botella al frente de la secretaría de Estado. Fuentes del partido aseguran que es el propio Marlaska el que, si abandona Interior, vería con buenos ojos que su número dos diera el salto a la primera plana de la política.
Ya lo avisó entonces el ministro de Interior, al poco de llegar al puesto. Su equipo estaría formado por perfiles políticos y técnicos. Y la secretaria de Estado es de los primeros. Una razón más que la capacita para estar al frente de un ministerio tan importante como es el que dirige Marlaska.
La secretaria de Estado de Seguridad es valenciana y estudió Geografía e Historia. Es en esa comunidad autónoma donde ha desarrollado la mayor parte de su actividad política. Fue delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana entre 2010 y 2011. Pero su mayor peso y bagaje político lo ha obtenido en estos últimos años, pues fue portavoz de Industria del Grupo Parlamentario Socialista y Vocal de las Comisiones de Interior, Defensa y Tribunal de Cuentas en el Congreso de los Diputados en la XII Legislatura. Además de Delgada del Gobierno
MARLASKA, A JUSTICIA
Si hay algo que todos tienen claro en Ferraz es que la ministra de Justicia, Dolores Delgado, no tiene cabida en el nuevo Ejecutivo (siempre que se forme después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, consiga los apoyos necesarios). Tras conocerse la relación de la ministra con el excomisario José Manuel Villarejo y los comentarios que ésta había dicho sobre el propio Marlaska (en los que hablaba de él de forma despectiva, llamándole «maricón»), la socialista quedó muy tocada. Se mantuvo en el Gobierno porque Sánchez no quiso una tercera dimisión en su Consejo de Ministros. Pero ahora las cosas han cambiado.
Fuentes del partido aseguran que la primera opción de Sánchez para ocupar el ministerio de Justicia era Marlaska. Y así se mantuvieron las quinielas hasta que el ministro realizó una gestión «impecable» sobre los disturbios que asolaron Cataluña después de conocerse la sentencia del procés. Ahora, esas fuentes indican que el criterio de Sánchez no es tan firme. Y que es muy posible que Marlaska permanezca en Interior.
Lo que sí está claro es que ni Justicia ni Interior caerán en manos de Unidas Podemos. Estos ministerios de Estado permanecerán bajo el control de los socialistas. Y más con el desafío independentista más enquistado que nunca. Solo queda por ver qué movimientos hacen los socialistas para dar cara y nombre al nuevo Ejecutivo.