El acoso ya es permanente. Lo que el vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, consideraba hace unos años «jarabe democrático» se ha pasado de castaño oscuro. Un grupo de manifestantes han elevado el tono y se han dedicado directamente a hacer un picnic frente al chalet de Iglesias y de su pareja sentimental, la ministra de Igualdad, Irene Montero. En el vídeo se ve que incluso montan una mesa con mantel y todo tipo de lujos a media tarde para cenar mientras el «comunista» está en su casa. «Estamos aquí todavía y vamos a seguir mucho tiempo», afirman en el vídeo.
Continúa el acoso fascista, promovido por Miguel Frontera, en el domicilio de Pablo Iglesias, Irene Montero y sus tres hijos en Galapagar. ¿Hasta cuándo? ¿Qué tiene que pasar? ¿Dónde está el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid?», ha afirmado un usuario de la red social Twitter. Y como él, en el lado contrario hay quien asegura que esto ya lo defendió Iglesias hace unos años.