Acción contra el Hambre pide material sanitario para los países pobres

El director técnico de Acción contra el Hambre, Amador Gómez, ha pedido que los países con menos recursos reciban capacitación, materiales de prevención y ayuda contra el nuevo coronavirus, ya que son herramientas «imprescindibles» para encontrar y frenar los brotes, salvar vidas, acelerar la recuperación y ayudar al restablecimiento de la normalidad.

«Estas epidemias no sólo amenazan vidas, sino todos los aspectos de la sociedad, desde el comercio al transporte, la educación, los servicios, el empleo. Cuando se interrumpen los servicios y el empleo, la vida cotidiana se pone patas arriba y esto tiene también serias consecuencias en las comunidades», ha dicho.

Y es que, son muchas las voces que señalan esta pandemia del coronavirus que está sufriendo todo el mundo, con especial virulencia en Occidente, como una situación inédita de la que se sabe «aún muy poco». «Tenemos pocos datos sobre su evolución y posibles tratamientos, y no contamos aún con vacunas para prevenir a la población de riesgo», han comentado desde la organización.

En este sentido, la epidemióloga doctorada en salud pública y que actualmente trabaja en el departamento de Investigación y Análisis para Acción contra el Hambre, Dieynaba N’Diaye, ha destacado la especial dificultad de proteger a los más vulnerables, dado que casi el 85 por ciento de las personas afectadas por el virus podrían no ser diagnosticadas.

LOS PELIGROS DEL NUEVO CORONAVIRUS

Así, ha llamado la atención sobre el mayor grado de transmisibilidad de este virus frente a otros similares, su alta tasa de mortalidad en personas mayores de 70 años (hasta el 8%), así como la peligrosidad en personas que sufran enfermedades cardiovasculares, hipertensión o diabetes, entre otras.

«El coronavirus es diferente porque causa pocos o ningún síntoma en la mayoría de las personas. Por tanto, estas personas no se aíslan, no van al hospital, multiplican sus contactos sociales al no ser sospechosas y, por tanto, el virus se propaga mucho más masivamente. Las pandemias son mucho más raras que las epidemias y más difíciles de combatir porque los esfuerzos no se concentran en una sola zona afectada«, ha recalcado la experta.

En este punto, ha recordado que la pandemia del coronavirus requerirá en otros países un trabajo de respuesta en primera línea en el ámbito del agua. «Reforzar las prácticas de higiene, definir los procedimientos de aislamiento y proporcionar equipo para sanitarios y cuidadores son los tres ángulos en los que hay que poner mayor esfuerzo», ha apostillado el director técnico de Acción contra el Hambre.

No obstante, ha subrayado la necesidad de ir un paso más allá de la salud. Así, ha abogado porque, a nivel individual, se haga hincapié en la responsabilidad de cada uno para seguir las recomendaciones y medidas indicadas; si bien ha avisado de que a nivel comunitario se necesitan acciones coordinadas y fortalecer las redes de protección.

«Una pandemia no es sólo una emergencia médica, sino también una amenaza para la vida socioeconómica de los países que se encuentran en su camino. Es imprescindible construir a partir de las capacidades existentes, favorecer el desarrollo y empezar a reforzar las capacidades de respuesta lo antes posible para evitar que la pandemia afecte a los recursos de alimentos básicos en muchas regiones», han zanjado desde la organización.