El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, se ha alejado de los focos para dedicarse a lo que realmente le compete. En cuestión de días, el socialista ha anunciado dos medidas tan breves como contundentes que pretenden no solo evitar que se resquebrajen algunas compañías españolas, sino fomentar la actividad en otras empresas para que posteriormente repercuta de forma positiva en la sociedad. En primer lugar, ha anunciado un préstamo para Iberia procedente del fondo de 10.000 millones de euros que pretende rescatar compañías estratégicas para inyectar liquidez en la aerolínea. Y en segundo lugar, ha aprobado una iniciativa con la que pretende fomentar la construcción de viviendas sociales mediante la colaboración público-privada.
Respecto al préstamo, Ábalos pretende ayudar a una compañía de origen español que pese a que su matriz ya no tiene sede en España, puesto que tras fusionarse con British Airways forma parte del grupo aéreo International AirlinesGroup (IAG), está muy instalada en nuestro país. Tanto, que miles de puestos de trabajo dependen de ello, por lo que Transportes entiende que ese fondo debería ayudar a Iberia. Además, las aerolíneas no pasan por su mejor momento, y a pesar de que el tener los aviones no pagan peaje de momento por estar parados en los aeropuertos, las pérdidas siguen siendo de miles de millones. Razón de más por la que Ábalos ha decidido tender la mano a Iberia.
Al otro lado de la balanza está el plan del ministro socialista con el que pretende reactivar el sector de la construcción con la colaboración público privada. Ábalos pretende ceder terreno público a constructoras para que erijan vivienda protegida, con alquileres o precios muy asequibles.
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes un decreto que fomenta esta fórmula con la que se dará suelo público a toda empresa que se comprometa a levantar vivienda social. «Esta disposición permite que el canon pueda ser cero, que es lo que no se podía. No tiene por qué ser cero, depende del precio y de lo que se construya, pero permite que los constructores no tengan que pagar ese canon», ha dicho el pasado martes el ministro.
El Gobierno aportará ese suelo público a través de Sepes y lo sacará a concesión por un periodo hasta 75 años, «en función de la necesidad. Según los datos que ha facilitado Transportes, en España el parque público de vivienda en alquiler supone un 2,5 %, frente al 5% de media europea, algo que sumado al turismo del país hace que el precio del alquiler se haya disparado.
Con estas medidas, el Gobierno espera que la economía no se rompa del todo. Aún así, las expectativas no son positivas. Y pese a que el Ejecutivo reacciona a cada problema según surge, como ha sido el caso de Iberia, las estimaciones sobre la economía española no son nada alentadoras. O al menos auguran un 2020 más propio de otro siglo.
LA CAÍDA DEL PIB
El Banco de España, el Fondo Monetario Internacional e incluso la Unión Europea han hecho sus propias estimaciones sobre cuánto se resentirá la economía española. Algunos, como ha sido el caso de Bruselas, han empeorado sus previsiones y ya hablan de que el Producto Interior Bruto caerá nada más y nada menos que un 10,9% en 2020 a causa del fuerte desplome del sector servicios como consecuencia de la crisis de la pandemia.
En cualquier caso, ya hay economistas como Valentí Pich, presidente del Consejo General de Economistas de España, que asegura que en el caso de que se encuentre una solución sanitaria rápida para el coronavirus, la recuperación podría ser en forma de V. Sin embargo, lo que sí parece claro es que la economía caerá casi un 11% en 2020, algo que obligará al Gobierno a tomar cartas en el asunto y hasta en algunos casos ofrecer préstamos o comprar parte de las acciones de determinadas compañías, como ha hecho con el caso de Iberia.