Ence registró unas pérdidas netas atribuibles de 194,6 millones de euros en el primer semestre del año, frente a los ‘números rojos’ de 25,4 millones de euros que se anotó en el mismo periodo del año anterior, debido a las provisiones realizadas ante el posible cierre de su fábrica de Pontevedra.
Tras las sentencias dictadas en julio por la Audiencia Nacional, que anulan la prórroga de la concesión de los terrenos sobre los que se asienta esta planta, la compañía papelera ha anotado unas provisiones de 196 millones de euros ante el potencial impacto que el cierre de esta fábrica podría causar en sus cuentas.
En cualquier caso, Ence ha presentado este lunes los correspondientes recursos de casación ante el Tribunal Supremo, y ya ha anunciado que agotará todas las vías jurídicas «en defensa de la legalidad de la prórroga de esta concesión», de cuya actividad dependen 5.100 empleos directos e indirectos.
En caso de que se viera finalmente obligada al cierre de esta biofábrica, la empresa tendría que hacer frente a un desembolso de 48 millones de euros, además del coste del ERE, que no ha sido provisionado.
Asimismo, y en cumplimiento de la normativa contable, la compañía ha registrado un deterioro del valor de los activos vinculados a la biofábrica por un importe neto de 148 millones de euros, que no supondrá una salida de caja.
EVOLUCIÓN POSITIVA DEL NEGOCIO
No obstante, y al margen de esta coyuntura, la compañía logró en el segundo trimestre un beneficio ordinario neto de 12 millones de euros, en contraste con las pérdidas de 13 millones comparables en el mismo periodo del año pasado, gracias a la buena evolución del negocio.
Así, el resultado operativo consolidado de Ence antes de coberturas alcanzó los 56 millones de euros entre abril y julio, lo que supone más que duplicar el obtenido en el segundo trimestre de 2020.
En el negocio de Celulosa el resultado operativo alcanzó los 42 millones de euros, lo que multiplica por cinco el de 2020, al mismo tiempo que la producción de celulosa aumentó un 4% interanual.
En el negocio de Energía Renovable el resultado operativo alcanzó los 14 millones, un 31% más excluyendo la planta termosolar vendida en diciembre. En este segmento, Ence cuenta con una cartera de 513 MW de proyectos de biomasa y fotovoltaicos, con acceso a red y localizaciones aseguradas, que se espera que empezarán a construirse progresivamente a partir de 2022.
La compañía defiende en sus cuentas trimestrales mantener un balance «muy saneado», con una deuda neta de 43 millones de euros en su negocio de Celulosa y de 133 millones en el de Energía Renovable, y con más de 380 millones de caja disponible en balance, después de haber amortizado anticipadamente préstamos por importe de 95 millones en la primera mitad del año.