El Partido Popular está sufriendo cambios. Mientras que Juan Manuel Moreno Bonilla, José Luis Martínez Almeida y Alberto Núñez Feijoo han creado un frente común que marcará una corriente dentro del partido, hay otra que entusiasma al ala liberal del PP. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, mantienen una buena sintonía personal e ideológica que entusiasma en algunos sectores del partido. Ya no es una cuestión de Ayuso contra el mundo. La presidenta autonómica tiene un proyecto ambicioso y Mazón comparte esa línea. El ala liberal del PP toma posiciones frente a los herederos del expresidente del Ejecutivo Mariano Rajoy y ya se ven los primeros pasos. El escenario de guerra será el congreso por el PP de Madrid, pero Pablo Casado ya ve cómo bajo sus pies se están formando bloques en los que no encaja del todo. Y el de Mazón con la presidenta madrileña ya es un secreto a voces en Génova.
📹@CarlosMazon40: "El PPCV está preparado para gobernar. La gente quiere cambio, lo estamos viendo. Hay ganas e ilusión. Con Puig han pasado casi siete años y no se arreglan problemas fundamentales de la Comunitat Valenciana". pic.twitter.com/yv40ygYMTl
— Partido Popular CV (@ppcv) September 27, 2021
Parecía que Ayuso estaba sola entre los barones y baronesas del partido, pero no. Las fuentes aseguran que desde que Mazón llegó al poder en julio de este año, la buena relación profesional e ideológica entre Ayuso y el flamante presidente del PP de la Comunidad Valenciana se ha dejado entrever. No es casual que Mazón asegurara ante los medios que ya sabía desde hacía tiempo que la presidenta de la Comunidad de Madrid acudiría a la convención. Sea como sea, lo cierto es que la corriente que representa Ayuso no está sola dentro del partido. Ha cogido fuerza y tiene apoyos importantes como el de Valencia. Habrá que ver si se suman nuevas delegaciones territoriales a la causa de Ayuso y a ese PP liberal que elevó a Casado. El ala liberal más «aguirrista» recobra fuerza con la pandemia como escenario.
Lo que ven desde Génova es que hay movimiento en el PP ante el «estéril» liderazgo de Casado. Todos ven que el presidente actual del PP tiene una única salida para sobrevivir al frente del partido: sumar con Vox y conseguir entrar en la Moncloa. No vale con ganar las elecciones, hay que gobernar. La posibilidad de que Casado sustituya a Sánchez es, como mínimo, pequeña. Y las delegaciones territoriales saben que si Casado no consigue gobernar, caerá por la presión y abrirá la puerta a una nueva guerra que enfrente a las dos corrientes que llevan tiempo formándose en el seno del Partido Popular: la aguirrista, representada por Ayuso y Mazón, y la gallardonista, representada por Feijoo, Almeida y Moreno Bonilla.
es de los pocos que no ha entrado a valorar ese presunto dumping fiscal de Madrid
La cercanía ideológica y personal entre Mazón y Ayuso levanta pasiones en algunos sectores de Génova descontentos con el liderazgo de Casado. Pero lo cierto es que la línea del PP de Valencia se quiere reflejar más en la del PP de Madrid que en el nacional. La restrictiva política de Ximo Puig, el presidente de la Comunidad Valenciana, durante la pandemia y el cómo ha afectado a los negocios y al comercio valenciano ha marcado mucho la línea popular. Tanto, que Mazón se quiere reflejar más en el espejo de Madrid que en el de otros presidentes autonómicos populares. Es más, es de los pocos que no ha entrado a valorar ese presunto dumping fiscal de Madrid dado que él es el primer interesado en que bajen los impuestos en la Comunidad Valenciana.
Mazón tiene el objetivo de reconstruir un PP completamente hundido. En Valencia, la corrupción hizo mella en la formación y le arrebató absolutamente todo el poder que ostentaba. Casado tuvo que hacer frente a algo similar cuando llegó al frente del PP, pero quien ha sido capaz de dar la vuelta a los resultados electorales dejando atrás la corrupción del pasado que manchó las siglas ha sido Ayuso. Y esto, según cuentan las fuentes, es lo que hace que Mazón vea en la Comunidad de Madrid un modelo de éxito a seguir.
En Génova miran esta posible alianza con recelo porque ven cómo Ayuso no está sola. Hasta ahora, en el PP se mostraban tranquilos, al menos desde la cúpula, porque consideraban que con Ayuso pasaría lo mismo que pasó con Esperanza Aguirre. Lo que vale en Madrid no vale para el resto de España, una consigna que se repetían en la cúpula del PP en referencia a Ayuso. Lo que se ha asegurado hasta ahora es que el hecho de que Ayuso arrasara en Madrid no significaba que lo fuera a hacer a nivel nacional. Pero ahora, la alianza con Mazón hace dudar a más de uno porque ya no es una cuestión de personalismos.
El perfil de Ayuso ha crecido como la espuma después de gestionar la pandemia con éxito. La actividad económica no se vio tan afectada como en otras comunidades autónomas presentando unos resultados de contagios casi idénticos a otras regiones españolas. Esto hizo que Ayuso pasara de ser una «apestada» a la que Génova no quería acercarse para no manchar los mocasines de Casado a ser el motivo por el que el presidente del PP tiene opciones de tumbarse en el colchón de la Moncloa.