La consejera vasca de Educación, Cristina Uriarte, ha afirmado que «en ningún momento descartamos volver a la actividad presencial» en los centros educativos, si bien ha advertido de que «va a tener que ser distinta». En este sentido, ha explicado que se trabaja «en distintos escenarios» de regreso progresivo e «intentando ir a terminar curso escolar el 30 de junio», aunque «pueda haber algunas excepciones para ampliarlos a la primera semana de julio como en segundo de bachillerato».
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, la consejera ha indicado que su Departamento está analizando las «distintas situaciones» que se dan en el ámbito de Educación para afrontar el final de este curso tras el cierre de aulas por la crisis sanitaria del coronavirus.
Según ha asegurado, «en ningún momento descartamos volver a la actividad presencial», si bien ha advertido de que «va a tener que ser distinta». En este sentido, ha remarcado que «se tendrán que adaptar los materiales curriculares, tener en cuenta los contenidos más indispensables para terminar el curso, ver cómo ver terminar la evaluación de la mano de los centros en base no solamente a evaluaciones presenciales, si se vuelve, a final de curso, sino teniendo en cuenta todo el trabajo que se ha ido realizando».
En el caso de las universidades, Uriarte ha recordado que, tras una reunión este pasado martes entre el Departamento de Educación y los rectores de las universidades vascas, se ha acordado una declaración conjunta en la que han acordado completar el curso académico «recurriendo a la formación a distancia», pero también «habilitar la posibilidad de algunas actividades académicas presenciales en el contexto de una planificación de retorno progresivo a la actividad universitaria presencial».
También se ha decidido mantener el calendario planificado salvo en casos como los trabajos fin de grado o de master, tesis doctorales, prácticas o periodos de evaluación, «siempre focalizando el adecuado desarrollo académico del alumnado».
En el caso de la educación no universitaria, se está trabajando «en distintos escenarios» ya que, en este momento, se desconoce «cuál va a ser el momento de la vuelta a la actividad presencial», que se va a determinar «mediante criterios sanitarios».
Según ha indicado, se está planteando «cómo hacer esa vuelta, hacerla de forma progresiva y siempre intentando dentro de una generalidad ir a terminar curso escolar el 30 de junio, aunque eso no quita que pueda haber algunas excepciones para ampliarlos a la primera semana de julio como en segundo de bachillerato».
LOS SUSPENSOS Y LA OPE
En relación a las peticiones de que no se produzcan suspensos este curso, ha remarcado que el alumnado «no puede salir perjudicado por la crisis sanitaria de coronavirus» y, por tanto, hay que hacer «todo lo que esté en nuestra mano para que el alumnado pueda adaptarse y adquirir los conocimientos» que les corresponde.
«Abogamos por que ningún alumno tenga que repetir por el coronavirus, otra cuestión es que, en la normalidad de lo que es la actividad docente, pueda haber casos que, no motivado por coronavirus, el alumnado pueda repetir, como habitualmente hacen los equipos docentes, haciendo un análisis de la evolución del alumnado a lo largo de todo el curso», ha indicado.
Por otro lado, la consejera ha señalado que se prevé, en principio, que las pruebas de acceso a la universidad –convocadas para del 6 al 8 y del 20 al 22 de julio– sean presenciales, «siempre bajo criterios sanitarios».
Finalmente, ha destacado que, «desde el primer momento» en que se suspendió la actividad presencial en los centros de Educación, se ha estado trabajando para hacer frente a la «brecha digital».
Según ha explicado, en los últimos días se ha determinado que 140 centros inicialmente, donde se escolarizan familias con mayores necesidades, se realicen préstamos de portátiles, con material preparado. A ello se suma la distribución de unas 2.000 tarjetas SIM para las familias que carecen de conexión a Internet .