Javier Almazán ha interpuesto este miércoles una querella contra el exministro del Interior Rodolfo Martín Villa y cuatro policías por presuntos delitos de lesa humanidad y homicidio relacionados con la muerte de su hermano Ángel Almazán, quien, según el escrito, falleció en 1976 tras recibir en una protesta «patadas en la cabeza» por parte de los agentes.
En un comunicado de prensa, la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina Contra Crímenes del Franquismo (CEAQUA) ha anunciado que la familia ha presentado la querella en los Juzgados de Plaza de Castilla, en Madrid, al considerar que «la forma de reprimir las manifestaciones contra los disidentes políticos estaba expresamente ordenada desde el Ministerio de Gobernación».
«Desde CEAQUA se considera que el derecho de esta familia a la tutela judicial efectiva ha sido socavado a lo largo de estos 44 años de democracia y se hace necesaria la verdad para conseguir justicia, que es lo que busca la familia de Ángel Almazán», ha señalado la coordinadora.
En declaraciones facilitadas por CEAQUA, Javier Almazán ha asegurado que lo que pretende con esta querella es conseguir un «reconocimiento moral admitiendo la verdad»: que su hermano «murió asesinado por la Policía Nacional». «Eso es lo único que pedimos», ha dicho.
HECHOS DENUNCIADOS
Los hechos se remontan al 15 de diciembre de 1976, cuando un grupo de jóvenes –entre ellos Almazán, que entonces tenía 18 años– se manifestaba en Madrid contra la Ley de Reforma Política.
Según la familia, los miembros de la policía armada –pertenecientes a la Sexta Compañía Móvil de la Reserva con base en Mérida– Francisco Zambrano García, Tomás González Cid y Leoncio Domínguez Rubio, a las órdenes del capitán José González Pagliery «dispararon botes de humo y balas de goma» para disolver la manifestación.
Aseguran que Almazán recibió unas de esas balas y fue «inmovilizado» mientras uno de los agentes «le propinaba patadas en la cabeza y otras partes del cuerpo». De acuerdo al relato, otro de los policías se acercó y «también le golpeó dándole patadas».
Posteriormente, según los hechos denunciados, dos de los efectivos trasladaron a Almazán a la Casa de Socorro del distrito de Chamberí, «donde el facultativo de guardia le diagnosticó traumatismo craneal, conmoción cerebral, estimando la lesión como de pronóstico grave». El joven falleció cinco días después en el Hospital de La Paz.
PROCEDIMIENTOS ANTERIORES
Aquel año, los padres de Almazán formularon una denuncia que correspondió al Juzgado de Instrucción Decano especial para conocer delitos imputados a personas aforadas.
Según ha informado la familia en el comunicado, se incoaron unas diligencias previas en las que prestaron declaración sobre lo sucedido diversos testigos, pero finalmente el juzgado tuvo que inhibirse a favor de la autoridad militar, donde «nunca» se les llamó a declarar. En 1977 se acordó el archivo por no haber podido demostrarse «quién o quiénes causaron las lesiones que produjeron la muerte de Ángel Almazán Luna».
En 2009, presentaron una solicitud de reparación y reconocimiento ante la Oficina para las Víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura. El Ministerio de Justicia, bajo la dirección de Francisco Caamaño Domínguez, expidió la declaración de reparación.