El PSOE sabe que ha salido de malas maneras uno de sus dirigentes más peligrosos. De hecho, son muchos, especialmente en el Ministerio de Transportes, los que temen las consecuencias que puedan sufrir tras la salida de José Luis Ábalos del Gobierno. De momento, el exministro está en un retiro dorado aderezado con un par de apariciones públicas en la televisión como tertuliano como aderezo, pero en Transportes aún se respira un temor notable por las posibles consecuencias de la salida del ya exsecretario de Organización del PSOE. Ábalos sabe que hay quienes traicionaron su confianza en el ministerio. Algunos ascendieron con su salida, pero el hecho de que la mayoría hayan mantenido su puesto a pesar de que cesaron con el ministro ha disparado las sospechas del entorno del exministro. Pedro Sánchez le cesó sin que Ábalos se lo esperara. Pero el entorno del dirigente socialista sospecha que hubo más de un traidor en su equipo. Y el miedo se respira en el ministerio que ahora rige la socialista Raquel Sánchez.
En el ministerio, sean culpables o no, los que forman el organigrama en Transportes que conformó Ábalos están a la espera de la venganza del exministro. Fuentes del partido reconocen que lo último que quieren los altos cargos del ministerio es que se les asocie en público con una traición al anterior ministro por miedo a las consecuencias. Las sospechas que circulan por la sede ministerial apuntan a que hubo algún alto cargo de la confianza de Ábalos que le traicionó y que contribuyó a que el presidente le cesara. O al menos es la imagen que tienen en Transportes, tal y como relatan las fuentes. Cualquier cosa que se publique y que hable de falta de lealtad hacia Ábalos desata una ola de pánico entre los trabajadores que nombró personalmente el exsecretario de Organización del PSOE porque temen las consecuencias que pueda tener sobre su futuro laboral y su expediente dentro del partido.
Ábalos tenía un equipo de más de 20 personas nombradas a dedo por él mismo
Ábalos tenía un equipo de más de 20 personas nombradas a dedo por él mismo. Estos cargos se mantienen porque dependen directamente del ministro. En el momento en el que dicho ministro cesa, todos estos altos cargos de confianza caen. Lo curioso en este caso fue que pese a que cesaron junto al ministro Ábalos, todos fueron contratados otra vez por la sucesora del exsecretario de Organización del partido, Raquel Sánchez, sin excepción. Solo Pedro Saura, entonces secretario de Estado de Transportes salió del equipo de Ábalos para acabar en el retiro dorado que supone la presidencia de Paradores. Y, de hecho, esta salida ha disparado los comentarios en el PSOE que acusan a Saura de haber traicionado a Ábalos por someterse a los deseos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Sea como sea, el hecho de que todos hayan sido devueltos a sus respectivos puestos en el Ministerio de Transportes ha llamado la atención en Ferraz. Lo más normal es que Raquel Sánchez les haya mantenido para que no se alterara el normal funcionamiento del Ministerio de Transportes. Al menos esta es la versión oficial. Pero hay quien considera que los que se han quedado ha sido gracias a Sánchez y a que el presidente ha obtenido de ellos lo que quería. Y se sabe que lo que quería entonces era cesar al máximo representante del poder en el PSOE después del propio Sánchez; es decir, a Ábalos.
Se pueden dar nombres, pero lo cierto es que tan solo hace falta ver el organigrama para darse cuenta de que nada ha cambiado. Solo algún que otro cargo que se ha mantenido bajo el ala de Transportes pero que ha cambiado de área. Lo demás sigue todo igual. Incluso los cargos de confianza y los altos funcionarios. Nada cambia y Raquel (o el presidente) no quieren que se modifique. El porqué es un misterio. Lo que no lo es es que hay miedo en este grupo de directivos porque se les asocie con una traición al entorno de Ábalos, el fontanero que más sabe del PSOE de Sánchez.
Los ceses más polémicos tienen detrás altos cargos que han ayudado a que se produzcan. Es cierto que en algunos casos el presidente no dio ni explicaciones para cesar a algún que otro ministro. Pero también lo es que las fuentes de Ferraz asumen con cierta confianza que los ceses y las salidas han tenido detrás a personas de confianza de los cesados que han cambiado de bando con tal de mantenerse a flote en la administración pública. Estos rumores han señalado a más de uno, pero donde se respira el miedo es en Transportes. Nadie quiere que se publique una supuesta traición a Ábalos porque saben que la venganza del exministro puede ser algo más rotunda que la que pueda emprender la exvicepresidenta primera del Gobierno Carmen Calvo o el exjefe de gabinete de Sánchez Iván Redondo.