El país considerado con mayor longevidad en el mundo es Japón. Concretamente, dentro de este territorio, los habitantes de Okinawa permiten encabezar la lista, ya que por cada 100 mil habitantes, existen 68 que superan un siglo de vida. Se han dedicado numerosos estudios para comprender las causas y los científicos le han prestado mucha atención.
En el año 2000 se llevó a cabo un importante estudio donde se analizó la salud de los habitantes de Okinawa. Las personas que viven en esta isla, tienen una esperanza de vida extraordinariamente larga y un índice de enfermedades cardiovasculares y oncológicas, considerado como el más bajo a nivel mundial.
El estudio arrojó resultados muy interesantes, resaltando la importancia del uso de algas pardas en la dieta de los habitantes de Okinawa.
Las algas de color marrón (pardas) son parte importante de la dieta japonesa, las cuales son ricas en yodo, alginatos, vitaminas, minerales, antioxidantes y contienen Fucoidan, un poderoso componente del producto estrella de Laboratorio Viridi.
¿Qué es Fucoidan y de dónde proviene?
El polisacárido ácido marino Fucoidan ha atraído la atención de las industrias alimentaria y farmacéutica debido a sus prometedores efectos terapéuticos. El Fucoidan es un polisacárido que consta principalmente de grupos L-fucosa y sulfato. Su excelente función biológica se atribuye a su estructura biológica única. Las actividades clásicas incluyen efectos antitumorales, antioxidantes, anticoagulantes, antitrombóticos, inmunorreguladores, antivirales y antiinflamatorios. Más recientemente, se ha demostrado que el Fucoidan alivia el síndrome metabólico, protege el tracto gastrointestinal, beneficia la angiogénesis y la salud ósea.
Esta sustancia viscosa es característica de las algas Mozuku (Cladosiphon), Kombu (Laminaria). Fue descubierta en el año 1913 por el Dr. Kylin en la Universidad Uppsala de Suecia. El científico analizaba la viscosidad del alga marina de color marrón Hondawara (Fucus).
Las algas marinas se han reconocido por sus grandes cualidades para la salud. En distintos estudios sobre sustancias medicinales, se hace referencia como medicamento marino “Marine drug”. Debido a sus múltiples propiedades, esta sustancia ha sido utilizada por Laboratorio Viridi para elaborar un increíble producto que impulse un estilo de vida activo y una longevidad de la salud: el Viridi Fucus Jelly.
El poder de las algas pardas que contribuyen positivamente en la salud del ser humano
En palabras de la directora de Microbiome Wellness y de los Laboratorios Viridi en España, Anna Mikhaylova: “Nuestra idea es aumentar el consumo de algas pardas en la población occidental y que sea un alimento agradable y fácil de comer, antes de una cápsula o medicamento. Nos hemos inspirado en la gran cantidad de estudios sobre las actividades biológicas del Fucoidan y Alginatos y sus beneficios para la salud humana». Para desarrollar esta idea, el laboratorio ha escogido el Fucus Vesiculoso como mayor fuente del Fucoidan natural. En ese proceso, pero se han encontrado con el problema de la digestibilidad de la celulosa de la cobertura de el alga. Resulta que los japoneses tienen la microflora adaptada que ayuda digerir esta celulosa. Para solucionarlo, han extraído de el alga las células interiores. Todo esto se ha llevado a cabo basándose en la sabiduría de los cocineros pomorianos antiguos. Así ha nacido la primera en el mundo Viridi Fucus Jelly – una sabrosa y fácil gelatina comestible de alga parda naturalmente rica en Fucoidan que se recomienda ingerir hasta 700 mg por día. Un alimento funcional y cómodo para consumir a cuchara, como si fuese una mermelada. Son algas sin necesidad de cocinar, sabrosa, que contribuyen a mejorar el sistema inmune, desarmar virus y bacterias y promover, en general, un estado de bienestar y longevidad.
Por condiciones climáticas, el fucus del Océano Ártico, contiene gran cantidad del Fucoidan y antioxidantes. Las aguas de este océano constituyen un ecosistema totalmente libre de contaminación y sostenible, siendo la fuente principal del superalimento Viridi Fucus Jelly”.
Fotografía: James Qualtrough de Unsplash