Ya es Trending Topic en Twitter y amenaza con convertirse en una constante durante la cuarentena. Una foto editada con miles de ataúdes en la Gran Vía ha sido el detonante, pero la feroz oposición al Gobierno planteada por Vox ha llevado a que las redes ardan pidiendo que se ilegalice el partido de Santiago Abascal. ¿Cómo? Muy simple, recurriendo a un apartado de la ley de partidos que permite prohibir a las formaciones «cuando de forma reiterada y grave su actividad vulnere los principios democráticos o persiga deteriorar o destruir el régimen de libertades o imposibilitar o eliminar el sistema democrático”.
Es curioso que se recurra a esta ley por parte del sector progresista para exigir que se prohíba a Vox porque el partido de Santiago Abascal hizo en enero de este año exactamente lo mismo para proponer la ilegalización de los partidos separatistas. El detonante ha sido que el partido de extrema derecha publicara una foto de la Gran Vía de Madrid repleta de ataúdes en referencia a la cantidad de fallecidos que ha habido por el coronavirus. Esto ha indignado a muchos, incluido el autor original de la fotografía, quien ha dejado claro que en ningún momento les dio permiso a los de Abascal para que utilizaran su imagen. Y esta sigue circulando por las redes sociales.
Con esto, se ha creado el hashtag #IlegalizaciónDeVox y se ha convertido en tendencia en Twitter. Incluso el pianista británico James Rhodes se ha mojado para dar su opinión sobre la imagen publicada por Vox y sobre los que piden la ilegalización del partido de Abascal. No podría estar más en desacuerdo con #IlegalizacionDeVox Todos tenemos que ver a estas personas y no mártirlas. Permítales mostrarle al mundo qué monstruos son, cuán carentes de cualquier tipo de brújula moral. Y podemos seguir construyendo un mundo mejor a pesar de ellos” ha comentado el músico inglés.
Y algunos miembros del partido también se han pronunciado con este tema. Que sea TT el hashtag #IlegalizacionDeVox demuestra que estamos en el camino correcto denunciando con acierto las tropelías de este gobierno criminal. Les molestan nuestras verdades. Hay esperanza ante la mordaza progre y apesebrada”, ha asegurado el miembro de Vox Ignacio Gárriga. «#IlegalizacionDeVox Ahora decírmelo sin lágrimas”, ha comentado la diputada de Vox Macarena Olona. “Tarde o temprano vendrán a por nosotros. Vox es un bastión contra la revolución bolivariana que pretenden Iglesias y sus esbirros. Por eso ya empiezan a pedir la #IlegalizacionDeVox«, ha comentado otro diputado de la formación.
Los comentarios son variados y las reacciones muchas, pero los que quieren que Vox desaparezca del panorama electoral lo hacen utilizando la misma ley que Abascal quiso emplear para ilegalizar a los partidos separatistas. Esa ley es la de partidos, y contempla la posibilidad de prohibir una formación «cuando de forma reiterada y grave su actividad vulnere los principios democráticos o persiga deteriorar o destruir el régimen de libertades o imposibilitar o eliminar el sistema democrático”. Algo que desde Vox creen que hacen los partidos independentistas catalanes y que desde otros sectores progresistas creen que Vox está haciendo desde la oposición durante la crisis.
Los pasos de Vox para criticar al Gobierno no han sido ortodoxos. La foto ha sido el detonante, pero llevan semanas dedicando recursos enmascarados por donaciones del partido para crear asociaciones de afectados por el patógeno para erosionar al Gobierno. Algo que también ha sido muy criticado y que le ha costado alguna que otra denuncia a los miembros del partido que han impulsado dichas asociaciones, como es el caso del Juez Francisco Serrano Castro, presidente de Vox en el Parlamento de Andalucía.
Ahora, Vox se ha desmarcado del resto de partidos de la oposición y ha dejado de apoyar al Gobierno, incluido en la decisión de prorrogar el estado de alarma hasta el 26 de abril (aunque se volverá a prorrogar, según ha anunciado el presidente del Gobierno). De hecho, el PP sí que ha mantenido dicho apoyo, lo que convierte a Vox en el único palo en la rueda del Gobierno para combatir esta crisis sanitaria con pocos precedentes.