La Unión General de Trabajadores (UGT) ha pedido que los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) se prorroguen hasta enero de 2022 y se apruebe en el Consejo de Ministros del 28 de septiembre, según ha informado el sindicato en un comunicado.
UGT ha participado este jueves en la primera reunión entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos para negociar la extensión de esta herramienta, que termina el 30 de septiembre.
El sindicato ha expresado en este encuentro su preocupación por la garantía de reposición de las prestaciones por desempleo consumidas por los trabajadores afectados por los ERTE covid, la protección de los trabajadores con contrato fijo discontinuo o la elaboración de listas de Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) afectadas por los ERTE de impedimento o limitación, según el comunicado.
UGT ha lamentado que el Gobierno haya acudido a esta primera toma de contacto sin «ninguna propuesta de texto para debate», aunque ha facilitado los datos de ejecución, desarrollo y cumplimiento de los ERTE ejecutados desde el acuerdo anterior.
El Ejecutivo se ha comprometido en esta reunión a trasladar una propuesta que podría conllevar «modificaciones sobre el Real Decreto anterior», como la inclusión de compromisos de formación por parte de las empresas para los afectados por los ERTE.
Al igual que UGT, Comisiones Obreras (CCOO) también ha pedido que la prórroga de los ERTE se extienda hasta el 31 de enero de 2022 y ha planteado modificar el contador a cero y recuperar la prestación extraordinaria para fijos discontinuos.
La próxima reunión está fijada para el 21 de septiembre, a las 16.30 horas.
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha asegurado este jueves que se va a escuchar a los agentes sociales y a esperar su valoración antes de tomar una decisión sobre la prórroga de los ERTE, y ha subrayado que esta nueva extensión debe poner el «énfasis» en la formación de los trabajadores que aún se encuentran en ERTE.
Escrivá ha indicado que quedan unos 253.000 trabajadores en ERTE, 18.000 menos que en agosto. De esos 253.000, 177.000 están suspendidos de empleo por completo, mientras que 80.000 se encuentran trabajando a tiempo parcial. Por primera vez, menos de 180.000 personas (176.926) están en ERTE con suspensión total.
«En este momento, con un número de trabajadores acotado y también muy acotado sectorialmente, el énfasis hay que ponerlo esta vez en la formación de estos trabajadores», ha precisado en la conferencia de prensa.
El ministro ha cifrado en unos 40.000 millones de euros el coste de los ERTE desde el inicio de la pandemia, incluyendo exoneraciones y prestaciones por desempleo y prestaciones a autónomos. De esta cifra, entre 27.000 y 30.000 millones de euros han sido solo para los ERTE.