sábado, 14 diciembre 2024

El futuro del caso ‘Dina’ en la Audiencia Nacional, pendiente del informe policial sobre la tarjeta

El informe encargado a la Policía para determinar si es posible o no recuperar la información de la tarjeta del teléfono móvil de la ex asesora ‘morada’ Dina Bousselham se ha convertido en un elemento clave de esta pieza separada de ‘Tándem’. El juez de la Audiencia Nacional (AN) Manuel García-Castellón aún está pendiente de recibirlo y, de lo que digan sus páginas, dependerá que los últimos flecos de la instrucción se archiven o sigan su recorrido ya fuera de la AN.

Hace ya casi un año que el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6, Manuel García-Castellón, decidió poner fin a la investigación sobre el recorrido que experimentó la mini SD desde que la asesora política sufrió el robo de su teléfono móvil en 2015 en un centro comercial hasta que parte de la información que contenía vio la luz pública, es decir, por qué manos pasó, a qué manipulaciones la sometieron y cuáles fueron las consecuencias.

García-Castellón acordó procesar al comisario jubilado José Manuel Villarejo, al ex director de Interviú Alberto Pozas y al subdirector de esa misma publicación Luis Rendueles por un presunto delito de descubrimiento y revelación de secretos; y propuso al Tribunal Supremo (TS) que investigara al ex líder de Podemos Pablo Iglesias por descubrimiento y revelación de secretos, con agravante de género, daños informáticos y acusación o denuncia falsa y/o simulación del delito.

Sin embargo, el alto tribunal ordenó al magistrado que siguiera indagando, indicándole expresamente varias diligencias, entre ellas volver a tomar declaración a Dina, para que aclare si quiere denunciar los hechos, y el análisis pericial de la micro tarjeta. Respeto a esta última, el pasado mes de febrero García-Castellón encargó a la Policía que establezca si es técnicamente posible acceder al contenido de la misma, debido al mal estado en el que volvió a manos a Bousselham.

Para que los investigadores puedan hacer su trabajo, la compañía telefónica, en este caso Samsung, debe aportar una serie de claves. En junio, García-Castellón ya demandó de la empresa tecnológica el ‘pinout’ de la micro SD, si bien la Policía sigue sin tener la información suficiente para intentar acceder a la tarjeta, de modo que el juzgado cursará un último requerimiento a Samsung, según fuentes jurídicas consultadas.

Con todo, lo previsible es que este informe policial todavía se haga esperar, pero una vez llegue determinará el curso de las pesquisas judiciales aún vivas, de acuerdo con las mismas fuentes. El instructor podría optar por archivar, si finalmente es imposible recuperar el contenido de la tarjeta, o por seguir investigando, aunque en este supuesto el asunto podría acabar en los juzgados de instrucción de Madrid, dado que Iglesias ya no es aforado ante el Supremo y los delitos apuntados no tendrían la entidad suficiente para que las diligencias continuaran en la Audiencia Nacional.

DE IKEA A DINA

A través de sucesivas diligencias y resoluciones, el juez ha ido perfilando el relato de lo que habría ocurrido desde que a Bousselham le robaron el teléfono móvil en el IKEA de Alcorcón hasta que Iglesias le devolvió la micro SD dañada.

García-Castellón ha concluido que la tarjeta estaba en buen estado cuando el presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio, se puso en contacto con Iglesias para entregársela –después de que cayera en las manos del medio de comunicación— con el propósito de que volviera a su legítima propietaria.

El entonces líder ‘morado’ pudo consultar la tarjeta en un ordenador en la misma sede del Grupo Z y después la tuvo unos meses, sin que conste que en ese lapso temporal la compartiera con nadie más, hasta que finalmente se la devolvió a Bousselham, que ya no pudo acceder al contenido de la misma porque estaba dañada.

El dispositivo ha sido escudriñado por una empresa especializada que contrató la propia Bousselham para recuperar la información, pero esta compañía informática, asentada en Reino Unido, advirtió de que no era posible por los métodos habituales y que debían acudir a otros más sofisticados y caros, que Dina descartó.

«LA ÚNICA EXPLICACIÓN POSIBLE», IGLESIAS

Para García-Castellón, según plasmó en un auto reciente, «la única explicación posible, a partir de los indicios recabados, para entender la inoperatividad de la tarjeta, es que los daños se causaran mientras estaba en poder del señor Iglesias».

Así las cosas, el llamado caso ‘Dina’ aguarda, por un lado, a dicho informe policial para establecer el camino a seguir y, por otro, a que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional resuelva los recursos formulados por las diferentes partes –tanto acusaciones como defensas– contra el auto que puso fin a la instrucción.

En julio, el juez decidió prorrogar esta pieza 10 de la macrocausa ‘Tándem’, integrada por más de 30 piezas donde el instructor intenta dilucidar la trascendencia penal de los muchos y variados negocios del comisario Villarejo.