El regidor de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se guiará para salir de la crisis del coronavirus por el «espíritu vallecano del alcalde más madrileño de todos» los primeros ediles vivos de la etapa democrática, Juan Barranco (PSOE, 1986-1989); por la «cercanía de estar en los 21 distritos» de José María Álvarez del Manzano (PP, 1991-2003); por la necesidad de «reinventar la ciudad con la visión de innovación» de Alberto Ruiz-Gallardón (2003-diciembre de 2011); con «la determinación» de Ana Botella (PP, diciembre de 2011-2015), quien «sostuvo la ciudad y sus servicios ante la más brutal crisis» y con «el toque humano y la empatía» de Manuela Carmena (Ahora Madrid, 2015-2019).
Ha sido la despedida de Almeida de sus antecesores, que se han unido vía videconferencia en Onda Madrid a partir de una carta que impulsó Barranco, claramente emocionado, buscando el apoyo a Almeida de todos los alcaldes y alcaldesas de Madrid ante la pandemia del coronavirus, con independencia de los posicionamientos ideológicos de cada uno de ellos.
Almeida ha agradecido este gesto, con el que demuestran que todos sus antecesores «están remando en la misma dirección». También ha asegurado que es un «privilegio, un honor y una responsabilidad estar en un club» con Barranco, Manzano, Gallardón, Botella, Almeida y Carmena porque «dejaron el listón muy alto».
De todos ellos ha destacado que supieron estar a la altura en momentos terribles para la ciudad, como fue el incendio de los Almacenes Arias durante el mandato de Barranco, los atentados de ETA en las legislaturas presididas por Álvarez de Manzano o las explosiones en los trenes del 11-M con Gallardón en la Alcaldía. Tampoco se ha olvidado del derrumbe de un edificio en la calle General Martínez Campos, con Carmena al frente.
Como tampoco se ha olvidado de la ciudadanía, «que siempre responde, siempre está a la altura» con su «comportamiento ejemplar». Es lo que sucede ahora, «en el momento más complicado que se haya tenido en generaciones», porque, si bien es cierto que hay sanciones, unas 800, es una cifra «ridícula» en una población de más de 3 millones de habitantes.
Y no ha querido terminar si tirar de sentido del humor. Almeida ha relatado que hoy le han lanzado un peculiar piropo desde un décimo piso cuando le han reconocido. «Alguien me ha gritado: ‘¡Alcalde, todos somos contingentes, tú eres necesario!», en un guiño a ‘Amanece que no es poco’, de José Luis Cuerda, ha contado.