El Partido Popular (PP), a través de su senadora y secretaria de Comunicación Interna del PP nacional, la melillense Sofía Acedo, ha exigido este lunes la devolución inmediata de los 55 inmigrantes de origen subsahariano que ha logrado pasar a Melilla tras un salto protagonizado por más de 260 personas.
En una nota de audio, Acedo ha manifestado en primer lugar que «el PP desea una pronta recuperación al agente de la Guardia Civil herido en el asalto violento de inmigrantes irregulares a la valla de Melilla», una acción en la que también han resultado al menos cuatro de los inmigrantes, que han sido traslados por Cruz Roja al Hospital Comarcal de Melilla.
Sofía Acedo, a continuación, ha dicho sobre los 55 sin papeles que han logrado pisar suelo español que «exigimos al Ministerio de Interior, su inmediata devolución a Marruecos con todas las garantías, en base al acuerdo del 92, o su traslado a la Península».
A juicio de Acedo, «Melilla no puede ni debe asumir más riesgos innecesarios que pongan en riesgo la seguridad y la salud de todos. En este sentido, ha subrayado que «estos 55 inmigrantes irregulares no sabemos si son focos de contagio del covid-19».
La parlamentaria popular ha manifestado que «ya está bien, queremos respuestas y actuaciones contundentes por parte de las autoridades competentes».
De su lado, Jesús Delgado Aboy, diputado de la Asamblea de Melilla, reclama al Gobierno de España la repatriación inmediata de los inmigrantes que han saltado la valla y un refuerzo exhaustivo de la vigilancia del perímetro fronterizo
PROBLEMA DE SALUD
El ex coordinador provincial de Vox Melilla hasta su expulsión en el mes de febrero y actual diputado no adscrito de la Asamblea ha pedido a la delegada del Gobierno, Sabrina Moh (PSOE), que «realice cuantas gestiones sean necesarias con los ministros de Exteriores e Interior, para que de manera inmediata sean devueltos o repatriados a Marruecos», los 55 inmigrantes que esta madrugada han logrado acceder a Melilla «de manera irregular saltando la valla perimetral».
Para Delgado, «más allá de la ilegal manera de acceder a Melilla de estos inmigrantes», su presencia en estos momentos a las puertas del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), supuestamente confinados ahí, «constituye un grave problema de salud pública para Melilla y para los melillenses».
«El simple hecho de desconocerse si están o no algunos de ellos infectados con el covid-19 y las funestas consecuencias que pudiera tener el hecho de relacionarse con algún acogido en el CETI es motivo más que suficiente para la repatriación de esos inmigrantes», ha dicho.
TRASLADADOS A UN CAMPAMENTO PROVISIONAL
Por último, la Delegación del Gobierno acaba de anunciar que estos 55 migrantes que han entrado a Melilla irregularmente no irán al CETI, donde ya hay una sobreocupación, sino que «serán trasladados a una zona acondicionada y acotada en las inmediaciones del V Pino, donde se les realizará el control sanitario pertinente».
Se trata de un campamento que se ha montado con tiendas de campaña gigantes de la última Feria de Melilla, en una explanada cedida por el Complejo de ocio V Pino, lejos de casas y urbanizaciones, donde actualmente hay acogidas 350 personas, la práctica totalidad marroquíes que quedaron atrapados en Melilla tras el cierre unilateral de la frontera por parte de Marruecos y la negativa de este país a aceptar el paso de ninguna persona, incluso sus nacionales.
Entre ellos hay viajeros que se negaron a volver a la Península cuando la policía de su país no les permitía cruzar a Marruecos, personas que deambulaban por la ciudad buscando objetos de valor en los contenedores y en bares o locales de ocio, u otras personas que por diversas razonas no aprovecharon las ocho horas de tiempo que dio Marruecos la noche del 13 de marzo para pasar antes de que bloquearan todos los puestos fronterizos.
En cambio, el reino alauí sí permitió, durante varios días, el regreso de españoles por los puestos fronterizos terrestres de Ceuta y Melilla y por último el avión del viernes desde Casablanca hacia Madrid, todo ello de forma excepcional, porque este país cerró todas sus conexiones por tierra, mar y aire con el resto del mundo desde el pasado 13 de marzo.