Aldeas Infantiles SOS inicia este nuevo curso 2021/2022 en los cinco Centros de Educación Infantil con los que cuenta en España, facilitando el acceso a la educación a más de 200 menores cuyas familias necesitan conciliar la vida laboral y familiar, o que son derivados por los Servicios Sociales por la situación de vulnerabilidad de su hogar.
Para estos últimos, explica la entidad, la educación infantil contrarresta las carencias que puedan tener en casa y actúa como un compensador de desigualdades.
Aldeas Infantiles SOS recuerda que lleva 27 años ofreciendo atención educativa y asistencial de calidad a niños y niñas de entre 0 y 3 años y a sus familias en entornos afectuosos e integradores. Sus centros están en Cuenca, Granada, San Lorenzo de El Escorial (Madrid), Santa Cruz de Tenerife y Zaragoza.
La organización asegura que la educación infantil es fundamental en el desarrollo evolutivo de niños y niñas y favorece su rendimiento educativo en niveles posteriores. «En particular, en el ciclo de 0 a 3 años se sientan las bases para su correcto crecimiento intelectual, físico, psicomotor, emocional y social y se adquieren habilidades y destrezas que se van consolidando en el segundo ciclo», apuntan desde la organización.
«Para los niños y niñas en situación de vulnerabilidad, además, la educación infantil compensa las carencias que puedan tener en casa, aportándoles los estímulos necesarios para su correcto desarrollo», añade.
La ONG, según señala, cuenta con un proyecto educativo innovador que, con una metodología gamificada, está basado en las Inteligencias Múltiples, para que todos los niños y niñas desarrollen al máximo sus diferentes potencialidades, la Disciplina Positiva y la estimulación multisensorial, lo que permite ofrecer una atención integral y personalizada.
En cuanto a la situación de crisis sanitaria, Aldeas Infantiles SOS ha explicado que todos sus centros continuarán adoptando este curso todas las medidas anti Covid-19 necesarias para garantizar la seguridad de los pequeños, lo que incluye planes de contingencia, tiempos de acceso escalonados, cambios de calzado y toma de temperatura a la entrada, además de mantener las ‘aulas isla’, la distancia social entre y con las familias y un protocolo especial de limpieza.