sábado, 14 diciembre 2024

Los tradicionales claveles de la ofrenda dan paso a otras flores

Los tradicionales claveles que cada año se utilizan para la ofrenda fallera a la Virgen de los Desamparados darán paso este año a otros tipos de flores para conformar el manto de la patrona de València como consecuencia del cambio de fechas de las Fallas, que este año tendrán lugar entre el 1 y el 5 de septiembre, por la pandemia de la Covid-19.

Así lo ha indicado el presidente de la Asociación Nacional de Floristas, Paco Medina, que ha explicado que el mes de septiembre no es el mejor momento para el clavel nacional, el que se utiliza cada año para la ofrenda a la ‘Geperudeta’. Por ello, y para no tener que recurrir al clavel de importación, una circunstancia que elevaría el precio de los ramos, ha señalado que se ha acordado el uso de otras flores.

«Este es un año atípico», con los principales actos falleros fuera del tradicional mes de marzo y en septiembre, ha manifestado Medina, que ha considerado normal que se puedan «hacer excepciones», como ha sucedido con el tipo de flor para la ofrenda.

Igualmente, ha comentado que esta cuestión ha sido la que «más quebradero de cabeza» ha ocasionado «al sector floral» pensando en este acto de homenaje a la patrona de València. «La flor que se gasta siempre es el clavel y ahora no está en su mejor momento», como sucede en marzo, ha agregado.

El presidente de la Asociación Nacional de Floristas ha detallado que para elaborar los ramos de la ofrenda en marzo y en época de frío se recurre a clavel de procedencia nacional, de Murcia y de Andalucía principalmente, dado que en València apenas se cultiva y ha aseverado que para tener esta flor «en los meses de calor se recurre al clavel de importación, de Colombia».

Paco Medina ha resaltado que comprar clavel fuera de España tiene «un mayor coste» y ha afirmado que optar por esta posibilidad supondría un coste añadido para las comisiones que adquieren los ramos que sus falleras depositan ante la patrona.

«Ese mayor coste repercutiría en las comisiones, que no están ahora para un incremento del precio de los ramos», ha declarado, en alusión a los recortes y dificultades económicas que muchas de ellas también están afrontando como consecuencia de la Covid-19.

De este modo, ha comentado que los floristas, la Junta Central Fallera (JCF) de València y los vestidores de la Virgen han acordado «hacer un ramo similar de tamaño» al que se confecciona para marzo, «sin incrementar el precio». Ha valorado que no se hayan puesto «tantos condicionantes» como cada año para su elaboración.

«En este caso se ha dado más libertad» para preparar los ramos y, en consecuencia, para conformar el manto de la Virgen de los Desamparados durante el desarrollo de la ofrenda, ha aseverado.

Tras ello, ha precisado que la parte delantera tendrá su color blanco aunque optando por otro tipo de flor distinto al habitual» y ha avanzado que para la trasera «no se condiciona el color», de manera que será «multicolor». «Así hay más libertad para las comisiones a la hora e elegir la flor y de adaptar el precio», ha insistido.

«UN RESPIRO»

Medina ha dicho que ha sido «un respiro no depender del clavel que se exige» otros años y ha considerado que si se hubiera optado por esta variedad se hubiese dado «un problema para conseguirlo» y ocasionado un mayor gasto a las comisiones.

Por otro lado, el responsable de la Asociación Nacional de Floristas ha comentado, en cuanto al número de ramos que se prepararán para la ofrenda de los actos falleros de 2021, que en esta ocasión «hay menos encargos al ser unas Fallas atípicas».

«Nos encontramos con que no podemos hacer ni previsiones ni tener en cuenta las estimaciones de otros años. Muchas falleras no irán a la ofrenda este año. La mayoría de comisiones ha optado por preguntar a sus falleros y falleras quién va a participar en este acto, con un aforo más limitado y una fecha particular», ha planteado.

«NO ES DE LOS MÁS PERJUDICADOS»

Paco Medina ha estimado que los encargos se reduzcan un 50 por ciento respecto a una edición normal de ofrenda como las de marzo. No obstante, ha apuntado que esto no tendrá grandes consecuencias económicas para el sector de los floristas porque no depende exclusivamente de la actividad fallera.

«Habrá menos ingresos pero no va a ser un desastre. Dentro de lo malo, el sector florista no es de los más perjudicados» por la cancelación de las Fallas de 2020 y el aplazamiento a septiembre de las de 2021, ha expuesto. «No vivimos de las Fallas, no tenemos tanta dependencia como otros sectores más vinculados», ha dicho.