Unas 70.000 personas han conseguido ‘abrazar’ el Mar Menor de punta a punta a lo largo de los 73 kilómetros que lo componen y han guardado un minuto de silencio por los miles de animales que han muerto estos días como consecuencia del episodio de anoxia de la laguna.
La plataforma ILP Mar Menor organizaba desde primera hora de este sábado esta cadena humana con el lema ‘Abracemos al Mar Menor’ para guardar luto a la laguna salada y poder así «despedirnos con dignidad de tantos animales que han muerto por culpa de la avaricia humana», ha señalado en declaraciones Jesús Cutillas, portavoz del grupo de coordinación ‘Abracemos el Mar Menor’.
Después del minuto de silencio que se ha guardado en señal de luto por la situación en la que se encuentra el Mar Menor, ha sonado el himno que la banda cartagenera Nunakat compuso, titulado ‘Sol y Sal’, dedicado a la laguna y en la que sus integrantes unieron sus voces a las de artistas como Anni B Sweet, Carlos Tarque, Miguel Ríos, Rozalén, Arde Bogotá, Ayoho, Gabriel de la Rosa (Shinova), Nina de Juan (Morgan) y Sean Frutos (Second), concluyendo esta acción con un aplauso de todos los participantes, que han coreado la consigna ‘Viva el Mar Menor’.
Una acción simbólica a la que se ha unido el Diosa Maat, velero de Ecologistas en Acción, que ha cerrado su campaña estival en el Mar Menor, en señal de protesta por la «mala» gestión de la laguna salada y pedir a los responsables políticos que «pongan fin a este desastre ecológico».
El velero de Ecologistas en Acción ha apoyado esta acción ciudadana, recorriendo las zonas más emblemáticas del paraje natural y alzando sus pancartas por un Mar Menor vivo. Sobre las 12.00 horas entraba en el Mar Menor para apoyar el abrazo ciudadano. El velero pasará el día en el centro de la laguna, cerca de la isla volcánica Perdiguera, donde desplegará pancartas en defensa de la laguna y tomará imágenes del estado de las aguas.
Ecologistas en Acción lleva años denunciando la «terrible» situación que atraviesa el Mar Menor y esta semana ha vuelto a lanzar la voz de alarma, ya que en los últimos días «están muriendo miles de peces y crustáceos a orillas de la que fuera la joya de la corona del medio ambiente regional», informa la organización.
«La principal causa de este desastre natural es el proceso de eutrofización que sufre desde hace varios años por la entrada de fertilizantes de origen agroindustrial», lamenta.
Como parte de la plataforma SOS Mar Menor, la organización ecologista ha trasladado sus propuestas a la ministra Teresa Ribera, entre las que destaca la retirada inmediata de cualquier superficie de regadío ilegal, y la creación de un anillo verde perimetral totalmente libre de fertilizantes.
El Diosa Maat concluye de esta manera su campaña estival Mediterráneo en Acción, que también comenzó hace dos meses en el Mar Menor. Durante los meses de julio y agosto, el velero ha navegado desde Murcia hasta Vinarós (Castellón) y en cada una de sus paradas se ha unido a plataformas locales y asociaciones vecinales para apoyar su trabajo en la defensa y protección de nuestro entorno.
«HAY QUE DARLE EL PODER A LOS CIENTÍFICOS»
Por su parte, Cutillas ha reconocido que «hay mucha rabia y hay que sacarla para que no nos coma». Aunque se muestra confiado de que el Mar Menor se va a recuperar, considera que la clase política «se ha convertido en relaciones públicas y tienen que aprender a gestionar, porque le pagamos para ello».
«Si no hay buena gestión, que la gente tome nota de ello», ha subrayado Cutillas, quien manifiesta que son los científicos, que llevan avisando «mucho tiempo de lo que iba a ocurrir», quienes tienen que tener el «poder» para actuar, porque «han acertado», reclamando, a renglón seguido, un Mar Menor con un ecosistema «vivo».
Cutillas ha defendido que «si los políticos prefieren escuchar otras voces es problema de ellos, pero los científicos insisten que el mayor problema que tiene el Mar Menor es la entrada masiva de nitratos constante y la solución pasa por evitar, precisamente, que ese 85 por ciento de veneno no entre».
El resto de soluciones, a su juicio, «son parches que a la larga harán reventar la rueda, porque esta rueda, que es el Mar Menor, tiene límites».