Unos 150 trabajadores de supermercados de Glovo se han concentrado este viernes ante la sede de la empresa en Barcelona en el primer día de las nueve jornadas de huelga convocadas para reclamar la mejora de sus condiciones laborales.
Los manifestantes han ocupado la calzada de la calle Pallars –donde se ubica la sede de Glovo– acompañados por sus bicicletas, patinetes y motocicletas, y han hecho sonar cláxones y han lanzado petardos.
Entre las reivindicaciones de la huelga, convocada por CC.OO. y que transcurrirá en días separados de agosto y septiembre, los trabajadores de los supermercados de Glovo reclaman hacer efectiva una relación de contratación indefinida.
En declaraciones, la secretaria de Nuevas Realidades del Trabajo y Economía Social y Solidaria de CC. OO. de Catalunya, Carmen Juares, ha explicado que la huelga ha tenido un seguimiento aproximadamente del 100%.
Los repartidores han acudido a primera hora de la mañana ante sus centros de trabajo, donde se han concentrado antes de dirigirse a la sede de Glovo en Barcelona.
En la concentración, los asistentes han gritado proclamas como «Glovo estafador» o «Riders, unidos, jamás serán vencidos», con presencia de banderolas de CC.OO.
JAVIER PACHECO
El secretario general de CC.OO. de Catalunya, Javier Pacheco, que ha intervenido en la concentración, ha valorado que con la huelga pretenden «que Glovo se siente a negociar con los trabajadores un convenio colectivo».
«Queremos que Glovo regule las condiciones de trabajo de sus repartidores, abrirle la puerta a que desarrolle sus funciones con normalidad y al mismo tiempo dar a los trabajadores la manera para ganarse la vida de manera digna», ha dicho.
El líder de CC.OO de Catalunya ha expresado que la huelga tiene que servir como inicio a la regulación laboral del sector: «Son los mismos trabajadores los que tienen que entender que la acción colectiva es la mejor herramienta para evitar su explotación».
Glovo, en palabras de Pacheco, utiliza actualmente «un entramado de empresas subcontratadas para saltarse la laboralidad en la empresa» y trasladar los riesgos del negocio a los trabajadores.
Además, ha señalado que, a pesar del alto seguimiento de la huelga, no todos los trabajadores han acudido a la manifestación, porque «muchos tienen miedo a las repercusiones de la compañía».