Científicos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (Estados Unidos) están utilizando la precisión de los anticuerpos monoclonales para un nuevo tipo de anticonceptivo femenino.
Los anticuerpos monoclonales son conocidos por su capacidad para combatir los gérmenes invasores y se utilizan para tratar y prevenir todo tipo de enfermedades, desde el cáncer hasta la COVID-19. Los científicos estudian ahora una nueva misión para los anticuerpos: inmovilizar los espermatozoides antes de que lleguen al óvulo.
Los investigadores han diseñado anticuerpos ultrapotentes que, durante las pruebas con animales, atraparon y bloquearon eficazmente más del 99,9 por ciento de los espermatozoides humanos. Los prometedores resultados del estudio, publicados en la revista ‘Science Translational Medicine’, sugieren que los anticonceptivos basados en anticuerpos podrían ofrecer a las mujeres una opción no hormonal para prevenir el embarazo.
«Muchas mujeres evitan los anticonceptivos hormonales debido a los efectos secundarios reales y percibidos. Hay una gran necesidad insatisfecha de anticonceptivos alternativos no hormonales para las mujeres», afirma el líder del estudio, Samuel Lai. Estos efectos pueden incluir sangrados irregulares, náuseas, depresión, aumento de peso y migrañas. Y para algunas mujeres la anticoncepción hormonal basada en estrógenos puede ser perjudicial.
El anticuerpo que están probando se aisló de una mujer infértil y se dirige a un antígeno de superficie único presente en el esperma humano. Cuando se añade a los espermatozoides, se agrupan rápidamente. «Utilizando nuestra plataforma de IgG altamente multivalente, diseñamos anticuerpos que eran entre 10 y 16 veces más potentes a la hora de aglutinar los espermatozoides y reducir su permeabilidad a través del moco que el anticuerpo más conocido», apunta el investigador.
Los investigadores exploraron el efecto de los anticuerpos en ovejas, que tienen tractos reproductivos similares a los de las hembras humanas. A una dosis alta de 333 microgramos de anticuerpo, tanto los anticuerpos naturales como los de nueva ingeniería, detuvieron eficazmente toda la motilidad del esperma humano, y a una dosis baja de 33,3 microgramos, los anticuerpos modificados, pero no los originales, atraparon entre el 97 y el 99 por ciento de los espermatozoides.
SIGUIENTE PASO: ENSAYOS CLÍNICOS
Pero los anticuerpos monoclonales son conocidos como medicamentos caros, lo que deja en el aire su utilidad como anticonceptivo asequible. Sin embargo, los investigadores creen que, al aumentar la potencia, podrían necesitarse dosis mucho más bajas de los anticuerpos multivalentes para una anticoncepción eficaz.
«Creemos que estas moléculas de segunda generación no sólo proporcionarán una mayor potencia, sino que se traducirán en costes más bajos que harán que el enfoque sea rentable», destaca Lai.
Mucommune, una empresa nueva surgida del laboratorio de Lai, ha obtenido la licencia de la molécula para desarrollar un anticonceptivo basado en anticuerpos. La empresa se centrará en la seguridad y la fabricación para preparar los ensayos clínicos en humanos que podrían comenzar en 2023.
El equipo está trabajando en la incorporación de los anticuerpos a un anillo intravaginal que libere los anticuerpos de forma constante, o a una película disoluble que se coloque en la vagina y distribuya los anticuerpos antes de las relaciones sexuales.
«Al evitar las hormonas exógenas y crear un método anticonceptivo controlado por las mujeres, creemos que los anticuerpos desarrollados aquí podrían satisfacer las necesidades anticonceptivas de millones de mujeres, ayudar a reducir el número de embarazos no deseados y aliviar los costes sanitarios de los embarazos no deseados, que algunos estiman en más de 20.000 millones de dólares al año», concluye Lai.