El Gobierno de coalición entre el PSOE y Podemos pende de un hilo, pero Ciudadanos, con Inés Arrimadas al frente, podría volver a ejercer de muleta para Pedro Sánchez. Las brechas y diferencias entre ambas formaciones son insalvables y la relación personal está muy deteriorada. Por este motivo, el PSOE abre la puerta a cualquier alianza para salvar los Presupuestos Generales del Estado, más cuando la falta de apoyos y la casi imposibilidad de una prórroga dejarán en una situación muy delicada al PSOE.
Somos un partido responsable
Septiembre y este otoño serán convulsos para el Gobierno de coalición debido a los innumerables frentes. La subida vertiginosa del precio de la electricidad, junto al fracaso del ingreso mínimo vital, la nueva ley del alquiler y los Presupuestos son los principales puntos de desencuentro entre la formación dirigida por Ione Belarra y Pedro Sánchez.
La oposición ha arrancado el curso político con una inmensa batería de propuestas y peticiones de comparecencia por Afganistán, el asunto del Mar Menor, incendios y las devoluciones de menores a Marruecos, entre otros asuntos. Un otoño que promete ser muy caliente para el PSOE y Podemos, más cuando ahora gobiernan y no han dado a conocer nuevas medidas para abaratar el precio de la luz.
ARRIMADAS REHUYE DE LAS POSICIONES DE PP Y VOX
No tienen ahora problemas para negociar los Presupuestos con un PSOE completamente vendido al independentismo, a unos socialistas que han concedido los indultos. Arrimadas, a lo suyo. No sea que por el camino pierda el único asiento que le queda en la política. No pinta nada bien para Ciudadanos en caso de un nuevo adelanto electoral. Los nueve escaños podrían desaparecer, como ha sucedido en Galicia y Madrid.
Arrimadas entregaría la mano y el brazo si fuera necesario a Sánchez para evitar a toda costa volver a las urnas. Una nueva debacle que le dejaría fuera del Congreso o ser residual en el grupo mixto obligaría a presentar la renuncia inmediata en el partido. Hasta ahora, la líder naranja se ha aferrado al sillón y se ha negado a dimitir por activa y por pasiva.
La traición de Arrimadas a sus votantes al intentar acercarse de nuevo al PSOE no sólo hundiría a Ciudadanos aún más, que ya es decir. Sino que daría alas y un tiempo valioso a Pedro Sánchez para tratar de enmendar sus errores y poner en marcha toda la maquinaria necesaria para continuar en La Moncloa. El interés de Arrimadas, si finalmente Ciudadanos diera su brazo a torcer, quedaría únicamente para salvar sus muebles y no los de España, inmersa en la salida de la crisis económica derivada de la pandemia, pero aún con riesgos encima de la mesa, como la elevada inflación que se espera debido a los precios de la energía y las materias primas.
LOS DE CIUDADANOS CON ARRIMADAS BUSCAN AHORA UN NUEVO PACTO
Pese a la nefasta gestión socialista, los naranjas no rechazan dialogar con el PSOE de Pedro Sánchez ni tampoco con Podemos. Una línea roja que ni el mismo Albert Rivera se hubiera atrevido a cruzar. ¿Dónde quedaron las críticas a Podemos por parte de Ciudadanos? ¿Dónde quedó ahora el populismo?
Pese a las diferencias entre PSOE y Podemos, Pedro Sánchez y su Gobierno siempre han mantenido que agotarán la legislatura. Pero para ello es necesario aprobar los próximos Presupuestos Generales del 2022. Queda un mes para que se puedan presentar en forma y poder llevarlos al Congreso antes del próximo año. En caso contrario, podría existir una prórroga, insuficiente para dar el impulso necesario a la recuperación.
El tiempo corre en contra del Gobierno. PSOE y Podemos serán los primeros de la lista para configurar unas cuentas que tendrán que tener el apoyo de varios de los grupos de la Cámara Baja para superar el trámite parlamentario. Los diez de Ciudadanos podrían ser clave si ERC se niega a dar su apoyo a estos números, mientras que el PNV volverá a demostrar que para comprar el voto hay que dar prebendas a cambio.
Ciudadanos, lejos de mantener la férrea posición de la negociación del pasado año por los Presupuestos, mantiene la puerta abierta a las próximas cuentas. Los denominados ahora como «liberales» aseguraron que un partido de centro no podía apoyar estos números. En junio de este mismo año impusieron como línea roja la concesión de los indultos. Pero Arrimadas cambia de estrategia según gire el viento. Con las medidas de gracia concedidas a los independentistas sí se abre a negociar.
C’S BORRA LAS CRÍTICAS A LOS INDULTOS
Arrimadas continúa desnortada. La líder naranja tildó la concesión de los indultos como un «punto de inflexión» para volver a posicionarse con PP y Vox. Cerca de 60 días después, la líder de Ciudadanos hace borrón y cuenta nueva. Vuelve a flirtear con el PSOE de Sánchez. La moción de censura que iba a presentar por dar los indultos a Oriol Junqueras y compañía queda en mero papel mojado.
Con las cuentas, como las del pasado año, Ciudadanos esperará a dar a conocer su voto hasta analizarlas. Con Vox y con el PP, el PSOE ya puede presentar las mejores cuentas que no tendrá su apoyo.
«Somos un partido responsable«, afirmó Edmundo Bal, el líder naranja por Madrid que se quedó sin escaño el pasado mes de mayo. Bal aseguró que ha obtenido compromisos con Sánchez, como la tarjeta sanitaria única, que aún tardará en hacerse realidad. Asimismo, se jactó de que el Gobierno no haya incrementado el impuesto del IRPF, pese a que en el programa electoral de Ciudadanos se centraba en una bajada de impuestos. Es decir, los naranjas no logran imponer sus condiciones ante el PSOE.
No obstante, no sería la primera vez que el PSOE y Ciudadanos alcanzan acuerdos. Las prórrogas del inconstitucional estado de alarma junto con la moción de censura en Murcia son sus principales pactos. Las consecuencias fueron la extinción del partido en la Asamblea de Madrid.