Hasta ayer noche, el actual presidente de EEUU Joe Biden había contactado con más de 30 jefes de Gobierno y de Estado de todo el mundo, y Pedro Sánchez no era uno de ellos. El poco interés del mandatario estadounidense en hablar con otros líderes ha sido evidente desde su investidura el pasado mes de enero, y de hecho así queda reflejado en la agenda de la Casa Blanca que no incluye relaciones internacionales con sus homólogos. Sin embargo esto ha cambiado tras la caída del régimen democrático afgano tras la toma de Kabul por parte del ejército talibán. Desde entonces Biden se ha visto obligado a iniciar una ronda de conversaciones con otros jefes de Estado. Hasta ahora ha estado en contacto con el primer ministro italiano, Mario Draghi, con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y por su parte el secretario de Estado del país, Tony Blinken, ha conversado por teléfono con José Manuel Albares, el ministro español de Asuntos Exteriores.
Biden también ha mantenido conversaciones con Mohamed bin Zayeb, el príncipe heredero de Abu Dhabi; y con Amir Tamim bin Hamad Al Thani, el emir de Qatar. Precisamente la base de Al-Udeid, en Qatar, ha sido la base de operaciones del puente aéreo que los Estados Unidos y algunos aliados han utilizado para evacuar a sus ciudadanos de Afganistán, y los casi 100.000 afganos que han estado trabajando para las fuerzas occidentales. Sin embargo dicha base quedaba desbordada ante la enorme cantidad de refugiados.
PIDE LAS BASES ESPAÑOLAS PARA ACOGER A SUS COLABORADORES
Ante esta situación Joe Biden se ha acordado de Pedro Sánchez y al fin ha decidido descolgar el teléfono para llamarle. La conversación ha durado 25 minutos, y tal y como manifiesta el propio Sánchez en un tuit ha sido ‘fructífera’. En esta breve charla los dos líderes han expresado su preocupación por la situación actual de Afganistán, y se han mostrado de acuerdo en la necesidad de actuar de forma ‘coordinada y solidaria’ con el objetivo de ‘facilitar las operaciones de evacuación y repatriación’. Con este propósito, Biden y Sánchez acordaban el uso de las bases españolas de Rota y Morón para servir como lugar de acogida temporal a los afganos colaboradores de Estados Unidos que se encuentran en tránsito hacia distintos países, y que no han podido acceder a la saturada base de Qatar. Tras esta llamada el Ejecutivo aseguraba que este acuerdo es una “prueba de la excelente colaboración” entre ambos países. El sábado pasado aterrizaba en la base de Torrejón un avión español donde viajaban 64 evacuados de Afganistán colaboradores de Estados Unidos.
Una “prueba de la excelente colaboración” entre ambos países
Hace menos de dos meses, el plantón de Biden a Sánchez protagonizaba los titulares de todas las noticias, después de que el Gobierno hubiese anunciado una reunión entre ambos mandatarios. Al final el encuentro se limitó a saludo escueto y un breve cruce de frases durante unos segundos en los que caminaron uno junto al otro en un pasillo donde se celebraba la cumbre de la OTAN. Algo que el presidente español justificó como ‘una primera toma de contacto’. Un mes después Sanchez viajaba a Estados Unidos para captar inversores en las principales multinacionales norteamericanas, sin recalar en ningún momento en la Casa Blanca.
Tras la advertencia trasladada por Suhail Shahin, uno de los portavoces de los talibán, la urgencia por disponer de las bases españolas para proseguir con las repatriaciones se ha incrementado. Y es como ha informado el grupo armado, Estados Unidos y los demás países extranjeros deberán completar su retirada del país antes del 31 de agosto, la fecha límite que estableciera el propio Joe Biden. De lo contrario, aseguran, habrá ‘consecuencias’. Así pues, Rota y Morón acogerán de manera temporal a todos los ciudadanos afganos que han colaborado con EEUU. Todos los llegados permanecerán unas 72 horas en el campamento provisional de Torrejón de Ardoz, para después ser derivados a otros centros de acogida. Este campamento ha sido visitado por Ursula von der Leyen y Charles Michel, presidenta de la Comisión Europea y presidente del Consejo, respectivamente.