La pamplonesa Aintzane Huarte, joven de 22 años graduada en Diseño por la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, ha diseñado una caja nido para proteger a especies amenazadas. La propuesta de la diseñadora está enmarcada en su Trabajo Fin de Grado que tiene por título ‘Construyendo un puente para el futuro. Propuesta para la conservación de fauna urbana y forestal amenazada, y el fomento de la educación ambiental’.
Esta caja nido presenta dos novedades. Por un lado «su diseño permite cambiar de usuario» pudiendo albergar dos especies distintas. La anidadera sugerida está pensada para que la puedan ocupar tanto el vencejo común (Apus apus) -ave migratoria presente en las ciudades- así como los insectos saproxílicos (Osmoderma eremita) que habitan en los bosques.
Por otra parte, la forma de la caja se puede orientar en horizontal o vertical dependiendo del animal que vaya a residir.
«La forma final es una caja cuyo diseño curvo, inspirado en los mapas de curvas de nivel, permite crear grupos modulares de cajas en fachadas de edificios para facilitar la vida en colonias de los vencejos, mientras que también puede combinar dos cajas en vertical uniendo los espacios internos, para un aumento de la capacidad volumétrica para hacer posible la habitabilidad de las larvas de los invertebrados saproxílicos», ha afirmado Aintzane Huarte.
Para poder realizar esta propuesta, la joven pamplonesa ha estudiado durante meses el comportamiento de estas dos especies, así como el impacto que tienen determinadas acciones humanas en el medio ambiente como, por ejemplo, el aumento urbanístico y la deforestación.
Aintzane Huarte ha explicado que este proyecto pretende crear un puente entre el medio ambiente y la sociedad con el fin de asegurar la supervivencia de algunas especies en peligro gracias a las anidaderas artificiales, y también mejorar el conocimiento sobre la sostenibilidad «haciendo uso del diseño como método educativo para fomentar la conservación de la biodiversidad».
La anidadera sugerida por Huarte está ideada para ser producida en madera, no requiere ninguna pieza metálica para su montaje, y su diseño está inspirado en elementos naturales. «No hace uso de colas para su montaje, ni tampoco de resinas o tratamientos para mejorar su resistencia a los daños producidos por factores climáticos, ya que para su producción se haría uso de maderas resistentes como pueden ser la acacia o algunas especies de pino», ha señalado.
En lo que respecta al diseño, ha tenido presente la orientación de la cavidad, el espacio interior requerido por las especies, las costumbres y comportamiento social de estos animales, así como requisitos de sostenibilidad, posibilidad de biomimética y facilidad de producción.
La diseñadora navarra pretende en el futuro testar la eficacia de la caja, optimizar las posibilidades de su diseño, y «poner en marcha la parte educativa asociada al proyecto, realizando talleres en colaboración con centros educativos y asociaciones naturalistas».