El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha insistido este miércoles en que la situación sanitaria actual exige la «máxima prudencia» para abordar la desescalada a partir del 6 de septiembre, ya que ha advertido que la presión hospitalaria baja «muy lentamente».
«Tenemos que esperar porque aún tenemos una incidencia en las UCI importante», ha puntualizado sobre la posible reapertura del ocio nocturno, garantizando que la Conselleria de Sanidad estudia el planteamiento del sector para poder abrir con seguridad unificando protocolos.
Puig, en rueda de prensa, ha hecho hincapié en que «queda mucho tiempo» hasta el día 6, cuando finalizan las restricciones vigentes en la Comunitat como el toque de queda en 68 municipios en riesgo, aunque ha reconocido que la reapertura «en principio se puede plantear si continúan los datos en la dirección actual y la vacunación sigue acelerándose».
Ha destacado así que «probablemente» este jueves el 70% de los mayores de 12 años tendrán la pauta completa, con lo que «todo son noticias positivas para la inmunización de la Comunitat Valenciana». Pero ha remarcado que la ocupación COVID de los hospitales baja más lentamente que la incidencia acumulada.
«Es una situación que desde luego exige la máxima prudencia porque la pandemia aún está muy presente», ha rematado, para volver a apelar a la corresponsabilidad de la ciudadanía.
Por otro lado, ha garantizado que las ayudas del plan ‘Resistir’ para los afectados por la crisis se tramitan «a la máxima velocidad», aunque siempre le gustaría que fuera más deprisa, y ha recordado que la Comunitat fue «la primera autonomía que puso en marcha un despliegue de más de 650 millones para llegar a todas las empresas y autónomos».
Ximo Puig ha realizado estas declaraciones tras presentar un plan de salud mental en el Palau de la Generalitat junto a la vicepresidenta y consellera de Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, y la de Sanidad, Ana Barceló, que no han comparecido.