Aldeas Infantiles SOS estima que sus equipos atendieron a 240.000 personas en todo el mundo en 2020, gracias a los 35 programas que la organización tenía activos en 26 países de todo el mundo.
Así lo ha dado a conocer este miércoles la ONG, que hace balance de sus Programas de Respuesta de Emergencias con motivo del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria que se celebra el 19 de agosto. Los países en los que tuvo activos sus programas en 2020 fueron Armenia, Azerbaiyán, Bangladesh, Brasil, Burkina Faso, Chad, Colombia, Ecuador, Etiopía, Grecia, Haití, Irak, Italia, Jordania, Kosovo, Líbano, Malawi, Mozambique, Nigeria, Palestina, República Centroafricana, Serbia, Somalia, Somalilandia, Ucrania y Zimbabue.
«Según datos de Naciones Unidas, 235 millones de personas necesitarán asistencia y protección humanitaria este año y la irrupción de la covid-19 no ha hecho sino incrementar su sufrimiento y sus necesidades», ha recordado la organización.
En concreto, ha detallado que en 2020 apoyó a menores y familias en riesgo afectados por conflictos, desastres naturales o migraciones en 26 países: 180.800 personas en África, 10.400 en América, 4.400 en Asía y Oceanía, y 44.400 en Europa.
En relación con los objetivos principales de sus Programas de Respuesta de Emergencias, Aldeas Infantiles ha indicado que son la protección de la infancia, la reunificación de las familias y el apoyo psicológico y social.
«Los niños y las niñas son los miembros más vulnerables de la sociedad y necesitan protección especial y apoyo antes, durante y después de la emergencia. Por eso, desde Aldeas sabemos que la acción humanitaria después de un desastre no es suficiente y que hay que seguir acompañando a los niños y a las familias hasta que logran superar sus dificultades», afirman desde Aldeas Infantiles SOS, que tiene presencia en 137 países.
LA EXPLOSIÓN DE BEIRUT
Como ejemplo, la ONG ha recordado que en agosto de 2020 una explosión causada por la detonación de más de 2.700 toneladas de nitrato de amonio devastó el puerto de Beirut (Líbano) y «causó estragos irreparables, dejando a centenares de personas sin hogar y a decenas de niños y niñas privados del cuidado de sus padres».
«Inmediatamente, Aldeas Infantiles SOS, que lleva más de 50 años trabajando con niños y familias en Líbano, puso en marcha un Programa de Respuesta de Emergencias para preservar la unidad familiar y ofrecer un cuidado alternativo provisional a los niños y las niñas separados de sus padres, además de proveer a las familias de alimentos, agua potable, artículos de higiene, ayudas económicas y vales para atender las necesidades más urgentes», ha resaltado.
Cherine Zaydan, una trabajadora social que participó en el programa, cuenta que «realizar el trabajo no fue fácil; visitar hogares no siempre era seguro, especialmente porque una gran parte de los edificios de la zona eran antiguos, sufrían daños estructurales y aún no se habían reparado».
«Además, no contábamos con una base de datos oficial de víctimas ni con números de contacto, por lo que llegar a las familias más afectadas y decidir a cuáles ayudar de forma prioritaria era muy complicado; los confinamientos debido a los brotes de covid-19 hicieron aún más difícil visitar a las familias en su domicilio e incluso hacer seguimiento online debido a los persistentes problemas de conectividad a internet», explica.
Cherine Zaydan señala también que, gracias a la dedicación y al esfuerzo de los profesionales, el programa siguió adelante y las familias recibieron el apoyo que necesitaban de manera sistemática y puntual.
Finalmente, en el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, Aldeas Infantiles SOS ha informado de que se suma a la campaña de Naciones Unidas #RealLifeHeroes (#HéroesSinCapa) a fin de rendir homenaje a los profesionales que realizan una labor humanitaria en escenarios de conflicto y de crisis, máxime en plena pandemia del coronavirus.