El Papa Francisco ha reanudado este miércoles 4 de agosto las audiencias generales en el Aula Pablo VI, tras la pausa de julio y después de haberse recuperado satisfactoriamente de una intervención quirúrgica. El Papa Francisco, 84 años, fue operado por un problema en el colon a principios del mes pasado.
«Un año después de la terrible explosión acaecida en el puerto de Beirut, capital del Líbano, que causó muerte y destrucción, mi pensamiento se dirige a ese querido país, especialmente a las víctimas, a sus familias, los numerosos heridos y los que han perdido la casa y el trabajo. Y muchos han perdido la ilusión de vivir», ha afirmado el Papa Francisco al final de la audiencia general.
Justo hace un año, el pasado 4 de agosto de 2020, la ola destructiva provocada por la detonación de un almacén de explosivos en el puerto de Beirut causó la muerte de más de 200 personas, más de 6.000 heridos y cerca de 300.000 desplazados ya que casas y barrios enteros fueron arrasados por la que se considera una de las explosiones no nucleares más potentes de la historia.
Por ello, el Papa también ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional, «pidiendo que se ayude al Líbano a emprender un camino de la resurrección con gestos concretos, no sólo con palabras». «Espero que en este sentido sea fructífera la Conferencia en curso promovida por Francia y las Naciones Unidas», ha añadido.
Precisamente, el Subsecretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, monseñor Miroslaw Wachowski, ha participado con un videomensaje en esta Conferencia en el que ha pedido que los libaneses tengan «la oportunidad de ser protagonistas de un futuro mejor en su propia tierra y sin injerencias indebidas».
«La Santa Sede espera que el presente encuentro, al ayudar económicamente al país, fomente las condiciones para que el Líbano no se hunda más, sino que inicie una recuperación y un camino de superación que será en beneficio de todos», ha afirmado Wachowski en el videomensaje.
Wachowski ha agradecido al Gobierno francés, en particular al presidente Emmanuel Macron, y al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, la promoción de esta iniciativa en favor del Líbano. También ha dado «las gracias a la comunidad internacional, que actuó de inmediato con rapidez y generosidad para atender las necesidades inmediatas de la población de Beirut afectada por esta ulterior tragedia».
«La Santa Sede y las agencias humanitarias de la Iglesia Católica han ofrecido una ayuda sustancial para apoyar a las víctimas y la reconstrucción, en particular de viviendas, de hospitales y de las escuelas», señala el prelado en el videomensaje, recordando además la «profunda preocupación» expresada en varias ocasiones por el Papa Francisco y la Santa Sede por un país que «ya aquejado por una gravísima crisis socioeconómica y política, ha tenido que afrontar una nueva gran prueba».
«El Líbano es una gran nación que da testimonio de una experiencia única del vivir juntos que se ha consolidado a lo largo de los siglos, y también por esto no puede ser dejado a merced del destino o en las redes de quienes persiguen sus propios intereses –precisa monseñor Wachowski–. El Líbano es más que un país, es un mensaje universal de paz y fraternidad que surge de Oriente Medio, como nos recordó recientemente el Papa Francisco».
«Es esencial que el Líbano continúe con su vocación específica», añade, indicando para esto la necesidad del «compromiso de todos, dentro y fuera del país» añade, y recuerda que «es esencial que quien tiene el poder se ponga finalmente y decididamente al verdadero servicio de la paz y no de los propios intereses. ¡Basta a los beneficios de pocos sobre la piel de muchos!».
«¡Ayudemos al Líbano a encontrar la manera de salir de esta grave crisis! Ayudemos a su pueblo a no perder la esperanza y demos a los libaneses la oportunidad de ser protagonistas de un futuro mejor en su propia tierra y sin injerencias indebidas», concluye el mensaje.
El objetivo de este encuentro es recaudar para Líbano 320 millones de dólares, por medio de donaciones e inversiones, para poder responder a las nuevas necesidades de la población, como señala Vatican News.
«DESEO» DE VISITAR LIBANO
«Queridos libaneses, mi deseo de venir a visitarlos es grande y no me canso de rezar por ustedes para que el Líbano vuelva a ser un mensaje de fraternidad, un mensaje de paz para todo Oriente Medio», ha concluido el pontífice en la audiencia general, donde ha defendido: «El Evangelio es uno solo y es el que Pablo ha anunciado; no puede existir otro»
El pasado 1 de julio tuvo lugar la Jornada de Oración y Reflexión por el Líbano, en la que Francisco recibió en el Vaticano a los patriarcas y jefes de las Iglesias orientales del País de los Cedros y en la que, como afirmó, «junto con los líderes religiosos cristianos acogimos las aspiraciones y expectativas del pueblo libanés, cansado y decepcionado, e invocamos la luz de esperanza de Dios para superar la dura crisis».