El Gobierno de Pedro Sánchez prepara la mayor tasa de funcionarios de la historia. Pese a que la deuda pública asciende a los 3.400 millones de euros (el 124% del PIB) y a que ya se van a hacer fijos hasta 800.000 interinos que llevaban más de tres años (el límite legal establecido) en su puesto de trabajo, el Ejecutivo prevé convocar la mayor oferta de empleo público de la historia. Sánchez quiere 30.445 plazas nuevas de funcionarios para este año. Si el peso de la administración pública no era suficiente, ahora el presidente se ha atado la manta a la cabeza y quiere que más personas vivan del dinero de todos. La deuda sigue al alza, pero el Gobierno parece ajeno a la realidad; al menos es la perspectiva que tiene la oposición.
Entre los interinos y las nuevas plazas, parece que en España no ha afectado lo más mínimo la pandemia. Desde luego, el gasto en pensiones es el que más lastra las cuentas españolas, pero que haya nada menos que más de 2,5 millones de funcionarios en el país tampoco es que ayude a cuadrar las cuentas, especialmente porque el salario que cobran proviene de los impuestos que se generan en el sector privado. Si a esto le añadimos los 800.000 interinos que pasarán a ser funcionarios por haberse excedido el plazo legal de tres años y los más de 30.000 que vendrán nuevos este año, parece que esa deuda pública seguirá al alza.
Los partidos de la oposición entienden que el cuerpo funcionarial es fundamental para el Estado, pero sí que se muestran algo sorprendidos por la decisión del Ejecutivo en un momento en el que la deuda pública está disparada a más del 120% del PIB. Lo que menos conviene al país ahora es aumentar el peso de la administración pública. De hecho, que el ministro de Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, advirtiera de que sería necesario un recorte en las pensiones de la generación boomer dejó claro que algunos dirigentes socialistas son conscientes de que el país aún no es sostenible.
El Gobierno aún no lo ha anunciado, pero tiene claro que convocarán más de 30.000 plazas nuevas de funcionarios. Prepara la convocatoria más grande de la historia y ellos tienen una explicación. La justificación del PSOE es que durante este año de pandemia no se convocaron plazas y que esas se han arrastrado. Es una excusa similar a la que han utilizado desde la Comunidad de Madrid, concretamente desde la Consejería de Educación de Enrique Ossorio. Pero sea como sea, a muchos ha sorprendido el anuncio que el PSOE ya ha asumido a nivel interno.
Los gurús económicos de la derecha, concretamente del Partido Popular, han explicado a MONCLOA.com que el problema de los funcionarios es uno más que hará que, en algún momento, el Ejecutivo deba afrontar una política de recortes muy agresiva para hacer sostenible el país. El mensaje de Escrivá sobre las pensiones es muy ilustrativo. La deuda española sigue al alza y esto indica que el país no es para nada sostenible. Las cuentas no cuadran y el peso de la administración pública es excesivo. Añadir más funcionarios no es más que echar más leña al fuego. Y sobretodo, no es coherente anunciar recortes en las pensiones mientras se aumenta el peso de la administración pública.
El PSOE sabe que tiene dos años para recuperarse y utilizará todas las armas que estén en su mano
Por supuesto, desde los pasillos del Congreso tienen claro que este anuncio que prepara el PSOE de convocar 30.000 plazas nuevas de funcionarios forma parte de esa estrategia englobada en la campaña electoral soterrada más larga de la historia. El PSOE sabe que tiene dos años para recuperarse y utilizará todas las armas que estén en su mano. Desde luego, nadie en el PP duda de que lo que queda de 2021 y el 2022 serán dos años de anuncios positivos que beneficien al Gobierno. El pistoletazo de salida lo dio el fin del uso de la mascarilla en espacios abiertos, pero también se ha seguido con la rebaja de peajes en la AP-9 y otros que quedan por llegar. El dinero correrá y quien pague la fiesta se espera que sea Europa (con los primeros 9.000 millones que llegarán desde la UE con motivo de los fondos covid).
Los más agresivos contra la medida del PSOE apuestan porque 30.000 nuevas plazas significan 30.000 nuevos votos. Sea como sea, la medida es recogida desde Génova con cierto sabor agridulce porque esto supone cargar más las arcas del Estado sin una contramedida eficiente. No se ha hablado de recortes. El Gobierno sigue gastando y la deuda sigue disparada sin que nadie plantee una solución. “¿Cuándo estallará esto?”, se pregunta más de uno dentro del Partido Popular. Desde el PSOE, sin embargo, aseguran tenerlo todo controlado e insisten en que su Agenda 2030 lo tiene todo planteado. No hay que olvidar que tienen un plan de país que llega a España 2050. Qué visionarios.