sábado, 23 noviembre 2024

El perito entrega al juez de ‘Kitchen’ el volcado que hizo de un teléfono móvil de Fernández Díaz

El perito contratado por el ex ministro de Interior Jorge Fernández Díaz para analizar las dos actas notariales donde su ex secretario de Estado Francisco Martínez protocolizó los SMS que se habrían intercambiado sobre la ‘Operación Kitchen’ ha entregado al juez el volcado que hizo del contenido de un teléfono móvil del ex dirigente ‘popular’, según fuentes jurídicas.

El perito informático Javier Rubio Alamillo compareció el pasado 14 de julio ante el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, como testigo propuesto por la defensa del ex ministro de Interior para ahondar en el informe que elaboró a petición de Fernández Díaz sobre las dos actas notariales, en el que señala que los mensajes reflejados en las mismas podrían haber sido manipulados.

Sin embargo, en el curso de la declaración, Rubio Alamillo reveló que, al margen de este informe pericial, Fernández Díaz le hizo un segundo encargo: que realizara un volcado del contenido de un teléfono móvil, y así lo hizo.

Este dato centró la atención de los allí presentes, juez, fiscal y partes, que le insistieron para que aclarara de qué teléfono móvil se trataba, aunque solo supo precisar que no era el terminal que tenía su cliente cuando era ministro de Interior y se habría desarrollado la ‘Kitchen’.

Los fiscales solicitaron que el testigo aportara el volcado en las siguientes 24 horas, si bien el magistrado optó por extender el plazo a una semana. Finalmente, Rubio Alamillo ha cumplido con lo acordado y el martes entregó la información requerida, de acuerdo con dichas fuentes.

Cabe recordar que el ex dirigente ‘popular’ aportó el móvil que usaba hasta abril de 2020, después de que así se lo reclamara García-Castellón tras el tenso careo celebrado el pasado mes de noviembre con el que fuera su ‘número dos’. En ese dispositivo no se encontró rastro alguno de esos SMS.

Fernández Díaz aseguró a García-Castellón en un escrito que ya no dispone del móvil que utilizaba en 2013, cuando habría comenzado el supuesto operativo montado desde el Ministerio de Interior, con recursos policiales y fondos reservados, para espiar al ex tesorero del PP Luis Bárcenas y su entorno con el propósito de arrebatarles la información comprometedora que pudieran tener del partido y sus responsables y evitar así que llegara a la Justicia.

ANALIZADOS CON LUPA

El interés en estos mensajes protocolizados por Martínez radica en que, de ser auténticos, demostrarían que el entonces ministro de Interior estaba al tanto del presunto espionaje a Bárcenas.

El ex secretario de Estado llevó los SMS a dos notarios para que reflejaran en sus respectivas actas el contenido de los mismos. En uno, Fernández Díaz habría encargado a Martínez que averiguara si el chofer de Bárcenas era un confidente policial; y, en otro, se informaría de que «la operación se hizo con éxito», en alusión al volcado de la información que contenían «2 iphones y 1 Ipad» que pertenecerían al ex tesorero del PP.

El ex ministro contraatacó encargando a Rubio Alamillo un informe pericial sobre las dos actas levantadas por esos notarios. El experto informático concluye en el mismo que adolecen de «notables irregularidades» por lo que presentan «una alta probabilidad de manipulación».

En su comparecencia judicial, se ratificó en su análisis, incidiendo en que los fedatarios públicos no pudieron verificar que el otro interlocutor fuera Fernández Díaz, ni siquiera –apuntó– que el contenido de los SMS fuera real, apostillando en este sentido que hay programas informáticos que permiten alterar mensajes.

El comisario jubilado José Manuel Villarejo ha aseverado, en sucesivos escritos y declaraciones, que tanto Martínez como Fernández Díaz conocían la existencia de la ‘Kitchen’. En una de sus últimas comparecencias ante García-Castellón, afirmó que el ex secretario de Estado era uno de sus interlocutores principales y que el entonces ministro jugó un papel esencial. Ambos lo han negado.