La bechamel es una de las recetas de salsa que se utilizan con mayor frecuencia, existiendo una gran cantidad de recetas que la llevan, como los canelones, las lasañas o las croquetas. Esta salsa se puede hacer de diferentes formas con un buen resultado.
Si quieres conseguir un mejor resultado al preparar tus croquetas, te vamos a explicar qué echarle a la leche para lograr una bechamel más sabrosa, así como otros consejos para hacer esta elaboración.
1LA IMPORTANCIA DE LA BECHAMEL EN LAS CROQUETAS
Hacer una buena bechamel es algo que, aunque a priori puede parecer sencillo, en muchas ocasiones nos encontramos con complicaciones, como la existencia de algunos grumos o un sabor demasiado lácteo o harinoso. Su importancia es máxima para poder conseguir los mejores resultados a la hora de preparar tus croquetas.
La bechamel estándar ideal contiene 30 gramos de mantequilla y 30 gramos de harina por cada medio litro de leche. No obstante, es posible variar las cantidades en función del uso que se le vaya a dar. El secreto es tamizar bien la harina y hacer un rouge con la mantequilla; y una vez que se encuentren bien integradas y cocidas, añadir de forma lenta la leche, dejando que la mezcla se cocine a fuego lento.