lunes, 25 noviembre 2024

La soledad de Francisco Gonzalez mientras ardían las redes por el Windsor

El expresidente del BBVA, Francisco González, fue fotografiado ayer por MONCLOA.COM en la terraza de Capuccino Grand Café, un selecto lugar en la plaza de la Independencia con vistas a la Puerta de Alcalá y en plena vorágine por las noticias sobre el incendio del edificio Windsor.

González pidió un café en torno a las 16:30 horas mientras las redes ardían tras la exclusiva de este medio sobre los documentos que el comisario José Manuel Villarejo elaboró para su banco en febrero de 2005, en los que hablaba de «destruir» los papeles de FG Valores que había en las oficinas de la auditora Deloitte.

bbva windsor
El expresidente del BBVA, Francisco González, ayer en Madrid.

El actual presidente de honor de la segunda entidad financiera del país estuvo sólo en todo momento, sin escolta, y mantuvo un rictus serio, de preocupación, mientras leía una tableta. En ese momento ya se conocía que el juez de la Audiencia Nacional que investiga la ‘Operación Trampa’, Manuel García Castellón, había pedido a MONCLOA.COM los informes publicados sobre Villarejo y el Windsor para añadirlos a la pieza separada número 9 que afecta al BBVA.

González se sentó, curiosamente, en una terraza en la que podía ver justo enfrente una oficina bancaria del BBVA. Pagó el café cortado con un billete de 50 euros y apenas levantó la vista de la citada tableta en todo el tiempo en el que estuvo sentado en el Capuccino.

Las presuntas irregularidades en la operación de venta de FG Valores a Merrill Lynch fueron un asunto crucial en la guerra de Sacyr y sus socios para apartar a Francisco González de la presidencia del BBVA. El comisario José Manuel Villarejo trabajó al servicio del banco para neutralizar la denuncia ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), cuya investigación luego intentó continuar la Fiscalía Anticorrupción.

El interés de la operación se puede seguir a través de los documentos que el comisario elaboró para el BBVA. Cuando faltaba menos de un mes para que ardiera el edificio Windsor de Madrid, Villarejo relató que había detectado un encuentro entre varios periodistas del grupo PRISA (editora del diario El País y de la Cadena SER) con Carlos Arenillas, vicepresidente de la CNMV.