El Juzgado de Instrucción número 7 ha ordenado el ingreso en prisión de un padre y su hijo, de 47 y 20 años, respectivamente, por intentar apuñalar presuntamente, sin éxito, a un agente cuando trataba de impedir, junto a sus compañeros, la celebración de una fiesta en una calle de Alcantarilla coincidiendo con el estado de alarma decretado.
A ambos se les investiga por un delito de desobediencia grave continuada a agente de la autoridad. En el caso del padre también se le investiga por los daños causados en un vehículo policial, informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Región de Murcia.
LOS HECHOS
La intervención policial comenzó cuando una patrulla vio como una grupo de aproximadamente 15 personas estaba en plena vía pública con música a todo volumen y consumiendo alcohol, haciendo caso omiso a las obligaciones que tiene la ciudadanía en relación al Real Decreto por el que se establece el estado de alarma en el país.
Los agentes solicitaron apoyo para la identificación y sanción de estas personas, pero los participantes en el evento, al advertir la presencia policial, huyeron y se introdujeron en sus viviendas.
Se trataba de vecinos de una misma barriada y estaban a escasos metros de sus domicilios, si bien uno de los infractores del confinamiento se quedó para enfrentarse presuntamente a los agentes, a quienes les manifestó que por qué «no voy a poder quedarme en calle, no valéis para nada y voy a hacer lo que me dé la gana».
Además, comenzó a amenazar presuntamente de muerte a la patrulla, por lo que los agentes no solo lo sancionaron por no respetar el confinamiento, sino que también practicaron su detención.
Fue entonces cuando desde los balcones y ventanas de la barriada comenzaron a lanzar vasos de cristal, hielos y latas de cerveza, teniendo los agentes que resguardarse en los soportales para no sufrir lesiones.
Mientras los agentes estaban identificando al primer arrestado, salió de su vivienda el segundo de los detenidos, quien se dirigió a los agentes, también de forma amenazante, con la intención de recuperar su teléfono, el cual se había dejado olvidado en la huida junto a una mesa de mezclas y diferentes bebidas alcohólicas.
Cuando los agentes iban a trasladarlos a Comisaría, los vecinos de la barriada bajaron de sus viviendas para enfrentarse a ellos. La intervención se complicó.
En el momento de la detenciones, cuando los agentes se disponían a introducir a los arrestados al coche patrulla para su traslado a Comisaría, varios familiares de los detenidos, así como vecinos de la barriada salieron ataviados con botellas de cristal, palos y macetas, con los que arremetieron contra los agentes, consiguiendo en este momento, uno de los detenidos, hacerse con un cuchillo del que hizo uso para intentar apuñalar presuntamente en dos ocasiones, pero sin éxito, a uno de los policías.
Una vez consiguieron introducirlos en los vehículos para su traslado a comisaría, uno de los detenidos comenzó a golpear el vehículo policial consiguiendo desencajar el marco de la puerta, motivo por el que los agentes le imputan su presunta participación en otro delito de daños.
Finalmente, los agentes consiguieron hacerse con la situación y lograr detener a estos dos hombres por su presunta participación en un delito de tentativa de homicidio, desobediencia y daños en vehículo policial.