La semana pasada el Grupo Parlamentario de UPN en el Parlamento foral era «un polvorín». Así lo definen fuentes cercanas a los regionalistas a MONCLOA.COM. ¿La razón? Las listas autonómicas del 26-M que prepara Javier Esparza.
El presidente de UPN cuenta con la firme convicción de diseñar una lista plagada de ‘tecnócratas’ que contará con «un fichaje bomba con un indudable tirón mediático». La intención del presidente de UPN es que los fichajes sirvan de reclamo final tras una legislatura que ha sido más dura de lo que preveía.
Pero si el fichaje de Andrés Burguete para coordinar el argumentario del partido ya levantó ampollas, la confección de una lista plagada de fichajes galácticos de la sociedad civil podría provocar un terremoto interno.
SERGIO SAYAS PODRÍA CAERSE DE LAS LISTAS
Pese a su radiante juventud, 39 años, Sergio Sayas se ha convertido en un clásico en las filas de UPN. El diputado autonómico lleva desde 2003 en el Parlamento, Cámara en la que entró como asistente parlamentario.
Desde entonces ha sido teniente del alcalde de Berriozar, presidente de Juventudes Navarras, portavoz adjunto de UPN en el Parlamento, y finalmente secretario de Organización y Comunicación hasta la caída de Yolanda Barcina en 2015.
Cierto es que fuentes cercanas a los regionalistas explican a MONCLOA.com que Sayas, que sigue contando con la confianza de Esparza, podría ser designado a medio plazo como candidato de UPN al Congreso de los Diputados.
Sergio Sayas analizó en diciembre en la Cadena SER la irrupción de Vox a nivel nacional y dejó una puerta abierta al pacto con el partido de Abascal: «Para mí los que nunca podrían estar en un gobierno en el que yo acordara son aquellas fuerzas nacionalistas y separatistas; todo lo demás es discutible».
Esparza le puso en su sitio desde el mismo medio: «UPN no va a pactar ni a alcanzar ningún acuerdo con aquellos que no defiendan el régimen foral de Navarra, con aquellos que no defiendan el Convenio Económico… Si hay partidos que quieren acabar con esos derechos, obviamente no llegarán a ningún acuerdo con UPN, porque para nosotros esa es una línea roja».
LA ESTRATEGIA DE BURGUETE
La estrategia de Burguete está siendo clara: rebajar la línea impuesta durante estos tres años por Esparza, que ha analizado con dureza al Gobierno de Uxue Barkos por sus polítcas lingüísticas.
Burguete, proveniente del extinto y centralista CDN, quiere que UPN recupere los bríos de los tiempos de Juan Cruz Alli: recobrar la centralidad política, hoy en manos de Geroa Bai y el PSN según algunas voces regionalistas.
Un síntoma de este viaje al centro de Esparza fue su ausencia en la concentración madrileña de Colón contra Pedro Sánchez, hasta donde viajó la secretaria general Yolanda Ibáñez.
El PSN criticó a través de las redes sociales «la espantada» del presidente de UPN, preocupado también en hacer un encaje de bolillos con el sector de Miguel Sanz y en recobrar simpatías entre las filas socialistas, dolidas por el apoyo de UPN a la concentración contra el PSOE.
ESPARZA DISEÑA SU EQUIPO EN UPN
Algunos críticos en UPN, acostumbrados a la cercanía de Miguel Sanz o Yolanda Barcina, denuncian que Javier Esparza «se ha atrincherado en un círculo muy reducido: la secretaria general Yolanda Ibáñez, el vicepresidente Óscar Arizcuren y el secretario de Organización, Jorge Esparza».
El presidente de UPN afirmó la pasada semana que el partido «no va a gobernar con nacionalistas ni populistas, tengan uno u otro sesgo» y explicó que los regionalistas «van a hacer frente a la peor de todas las pestes que es ese nacionalismo que envenena Europa.
Esparza también ha acentuado sus críticas contra el PSN, del que afirma que posibilitará un Gobierno con Geroa Bai. Íñigo Alli, su rival político interno, por ahora ha tomado un estudiado perfil bajo y guarda silencio.
Alli, portavoz de UPN en el Congreso y posible sucesor de Esparza pese a que no cuenta con demasiados apoyos internos, se ha desmarcado en los últimos meses de los regionalistas en dos asuntos.
El diputado explicó que no estaba de acuerdo en abstenerse con la exhumación de Franco y pidió negociar los presupuestos con el PSOE a cambio de que el PSN se comprometiese a apoyar a UPN a nivel autonómico tras el 26-M.
LA DERECHA NAVARRA SIGUE PENDIENTE DE VOX
Sea como fuere, algunos prebostes regionalistas han levantado la voz de alarma por no formalizar un acuerdo con el PP. Vox también ha entrado con fuerza en Navarra tras un acto hace unos días en el Iruña Park, y en ciertos ambientes se busca que el partido de Abascal no se presente a las autonómicas, situación que ya se dio en 2015.
No sería la primera vez que Esparza carga contra un partido ‘antifuerista’ y por debajo de la mesa busca su ausencia electoral: Albert Rivera denunció que mientras UPN atacaba a Ciudadanos en 2015, Esparza le pidió que no se presentase por no hacerle un favor a los nacionalistas vascos.