El 90% de las jóvenes que han sido acosadas en la calle aseguran que no recibieron ningún tipo de ayuda de quienes estaban presentes, según el informe ‘Safer Cities for Girls’ (Ciudades más seguras para las chicas), elaborado por la ONGD Plan International con la participación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
El estudio, que ha contado con 879 testimonios de jóvenes de entre 15 y 25 años, revela que casi 8 de cada 10 jóvenes de Madrid, Sevilla y Barcelona han sufrido acoso callejero. Además, pone de relieve que «solo» un 3% de las chicas lo comunica a las autoridades o fuerzas de seguridad, y la experiencia suele quedarse en conversaciones con familiares o amistades.
Además, de los datos se desprende que el 77% de las situaciones de acoso callejero que sufren las chicas en estas ciudades no implican contacto físico sino miradas, silbidos, persecuciones, comentarios e insinuaciones.
Según el estudio, Sevilla es la ciudad donde se viven más situaciones de acoso sin contacto físico (con un 81%), seguida de Madrid (79%) y Barcelona (71%). En promedio, un 9% de los casos de acoso callejero en las tres capitales llega al contacto físico, aunque con diferencias: 15% en Barcelona, 8% en Sevilla y 7% en Madrid.
En la mayoría de los casos, las jóvenes son acosadas por un hombre que está solo (59%), aunque las situaciones en las que las chicas son acosadas por un grupo de hombres también son habituales y suceden un 34% de las veces. Además, una media del 12% de las jóvenes indican que quienes las acosaron se encontraban bajo los efectos del alcohol u otras drogas.
En cuanto al lugar donde se produce el acoso, el 43% de los casos tienen lugar en la calle, aunque las jóvenes también mencionan los parques y zonas ajardinadas amplias o las estaciones de transporte público.
MÁS DE LA MITAD DE LOS CASOS, POR LA NOCHE
Respecto a las franjas horarias, el 54% de los casos de acoso callejero ocurren de noche o de madrugada. No obstante, la sensación de inseguridad está extendida entre muchas jóvenes y un 20% señala que son acosadas «en cualquier momento».
Estas son algunas de las conclusiones principales de la investigación que se ha llevado a cabo en el marco del proyecto ‘Safer Cities for Girls’, financiado por la Comisión Europea, a partir de las 3.000 experiencias registradas a través de una web activa en Madrid, Barcelona, Sevilla, Bruselas, Amberes y Charleroi.
A través de esta plataforma, las propias jóvenes podían marcar en el mapa de su ciudad un punto que les había parecido seguro o inseguro, los motivos, y dar otros detalles sobre su experiencia, como si recibieron ayuda o no.
Según el estudio, generalmente, las jóvenes recurren a estrategias individuales para autoprotegerse y aumentar su sensación de seguridad, que pueden ir desde buscar compañía para no tener que recorrer solas los trayectos, hasta modificar sus rutas, vestirse de manera distinta, escuchar música para aislarse de los comentarios, fingir que hablan por teléfono o compartir su ubicación en tiempo real.
«En un 66% de los casos, señalan que son acosadas por ser mujeres. Se trata de una discriminación por razón de género que tiene un impacto real en la vida de las jóvenes, porque no se sienten libres ni seguras, y, sin embargo, la legislación española no contempla el acoso callejero. Desde Plan International solicitamos que se incluya en la normativa para poder prevenir, detectar, denunciar, sancionar y erradicar esta violencia», subraya la directora de Programas Locales de Plan International, Begoña Solórzano.
Por su parte, la investigadora del grupo GAME de la UOC, que ha colaborado en este proyecto junto con la investigadora Candela Ollé, señala que este estudio «es un ejemplo claro de transferencia que busca tener un impacto real en la sociedad al profundizar en el problema que significa el acoso callejero y apunta líneas prioritarias de actuación para atajarlo».
TAMBIÉN EN INTERNET
Las jóvenes participantes en el estudio indican que, aunque los movimientos y el uso de los espacios públicos ha sido menor debido al confinamiento, durante la pandemia el acoso callejero se ha trasladado a las redes sociales, una herramienta ampliamente utilizada por las jóvenes tanto para seguir las clases virtuales como para mantener el contacto social o entretenerse.
En este contexto, el informe propone algunas recomendaciones para construir ciudades seguras como: legislar para prevenir, detectar, sancionar y erradicar el acoso callejero; dotar de recursos a las fuerzas y cuerpos de seguridad; planificar las ciudades con enfoque de género; apostar por una educación que erradique los estereotipos de género, y fomentar la participación de las jóvenes en el diseño de ciudades más seguras.
En el proyecto de Ley de Garantías de la Libertad Sexual, conocida como Ley de ‘solo sí es sí’, aprobado la semana pasada en Consejo de Ministros, y pendiente de tramitación parlamentaria, el acoso callejero estará tipificado como delito leve, de forma que quienes se dirijan a otra persona con «expresiones, comportamientos o proposiciones de carácter sexual que creen a la víctima una situación objetivamente humillante, hostil o intimidatoria» estarían condenados a arresto domiciliario, servicios a la comunidad o una multa.