El anteproyecto de la ley trans ha sido aprobado por el Consejo de Ministros. Este texto, no exento de polémica, ha suscitado gran controversia ya que propone la libre «autodeterminación de género» que provocará serios problemas jurídicos ya que los derechos que implica ser hombre o mujer respecto a la ley u otros aspectos como el deporte pueden ser modificados en cualquier momento. La ley trans permitirá que cualquier persona, incluso menores, puedan acudir a un registro civil y cambiar su sexo en el DNI aunque mantenga su genitalidad, su físico y el nombre que recibió al nacer. Lo podrán hacer sin necesidad de testigos ni de pruebas ni informes médicos y en un plazo de tres meses.
Esta ley ha sido propuesta por el Ministerio de Igualdad liderado por Irene Montero y ha desatado ampollas entre los diferentes partidos políticos y ha dividido a las formaciones de izquierdas: algunos sectores del PSOE la han rechazado y el Partido Comunista de los Trabajadores de España cree que es «un retroceso en derecho» y «significa un serio riesgo para la lucha de la mujer, y también de las personas homosexuales«.
El borrador de la ley trans, recoge lo siguiente: “el ejercicio del derecho a la rectificación registral de la mención relativa al sexo en ningún caso podrá estar condicionado a la previa exhibición de informe médico o psicológico relativo a la disconformidad con el sexo mencionado en la inscripción de nacimiento, ni a la previa modificación de la apariencia o función corporal de la persona a través de procedimientos médicos, quirúrgicos o de otra índole”. Es decir, a partir de los 14 años una persona podrá cambiar legalmente de sexo sin ningún tipo de informe clínico o asesoramiento profesional para un importante proceso con cambios físicos que podrían ser irreversibles.
Asimismo, según los comunistas la ley trans fomenta la negación de los conceptos de hombre y mujer que podrían arrasar con todas las políticas de protección al sexo femenino. «Con la sustitución del «sexo» por el «género» se perpetúan los roles de género y su carácter opresivo, sobre todo para la mujer y los homosexuales. De manera especialmente grave, se promueve de facto una negación de la violencia y la discriminación estructural que sufren las mujeres dentro del sistema capitalista», explican desde el PCTE. También parte del movimiento feminista ha criticado este texto tildando la libre autodeterminación de género de un «borrado de las mujeres».
«supone en la práctica una negación de las diferentes orientaciones sexuales»
Pero no solo las mujeres se ven desprotegidas dentro de esta ley sino que también perjudica a las diferentes orientaciones sexuales según los comunistas. El PCTE cree que la ley trans «supone en la práctica una negación de las diferentes orientaciones sexuales, que deriva en que la homosexualidad, al estar todo determinado por el género, deje en cierta forma de tenerse en consideración o incluso de existir».
EL PSOE CEDE ANTE IRENE MONTERO
El gran proyecto legislativo de Irene Montero ha causado gran revuelo en el Gobierno de coalición del Partido Socialista e Unidas Podemos. La vicepresidenta primera y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, junto con los sectores más conservadores del PSOE se han opuesto a las pretensiones de Irene Montero en algunos puntos de esta ley.
La Ministra de Igualdad ha conseguido abrir una crisis interna dentro del Partido Socialista con su polémico texto el cual ha sido vendido como una protección de los derechos al colectivo LGTBI. También el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comprado la validez de esta ley y en el último Consejo de Ministros ha sido aprobado el último “anteproyecto de Ley para la igualdad efectiva de las personas trans y la igualdad LGTBI”, más conocido como “Ley Trans”.