El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha reconocido este miércoles «errores» en la gestión educativa de este curso, aunque ha defendido que, gracias a las medidas implementadas, las aulas fueron «espacios seguros» para los alumnos.
El problema de la pandemia, ha agregado el presidente en una respuesta a IU en el pleno, «no estaba en las aulas», ya que en el peor momento de la pandemia, «solo se cerraron el 1,5% de las aulas». «Eran espacios seguros porque hicimos un esfuerzo incomparable con otras comunidades», ha subrayado.
Para el curso que viene Barbón se ha comprometido en el hemiciclo a retomar la presencialidad «total y absoluta» en los centros educativos, la supresión de los grupos internivel, «que no funcionaron mal», el refuerzo presupuestario de los centros, y el refuerzo del profesorado adaptado a las nuevas ratios que permitirán la reducción de la distancia de seguridad a 1,2 metros. Plantea además la mejora de la atención individualizada al alumnado especial.
El presidente ha respondido en estos términos a la portavoz de IU, Ángela Vallina, quien ha pedido un cambio en las políticas de Educación para el próximo curso, ya que «no puede volver a pasar lo que ha ocurrido este curso».
La portavoz de IU ha enumerado una serie de problemas que han afectado a los alumnos asturianos, tales como la semipresencialidad, la reducción de la atención a los niños con necesidades especiales, los problemas con el transporte escolar o las aulas internivel.
Con todas estas cuestiones sobre la mesa, Vallina ha planteado la «preocupación» sobre el curso que viene y, calificando de «gran noticia» que no vaya a haber semipresencialidad, ha cuestionado cómo se va a impedir que vuelva a ponerse en marcha este sistema si, empeorando la situación epidemiológica, es necesario volver a fijar una distancia de seguridad de metro y medio entre alumnos.