La pandemia de coronavirus ha afectado a muchos negocios que durante meses han visto reducidos sus ingresos, algunas veces hasta niveles que han imposibilitado la supervivencia de muchos de ellos. Todo el mundo está al tanto sobre cómo ha afectado el COVID a la hostelería y al turismo, pero existen otros muchos negocios afectados por la pandemia.
En concreto, podemos señalar el mundo del masaje —específicamente el masaje erótico— como uno de los sectores más afectados por esta situación. Muchos clientes habituales de este tipo de servicios han dejado de asistir por miedo al contagio, lo que ha afectado seriamente a los ingresos económicos del sector.
El masaje erótico: el sector toma medidas
El sector del masaje erótico ha tomado una gran cantidad de medidas sanitarias y de higiene a través de un protocolo que garantiza la seguridad de los clientes. En empresas líderes en este sector, como Majestic, se han asegurado de ofrecer la mayor seguridad a cada uno de sus clientes.
Para ello ponen a disposición de trabajadoras y clientes el gel hidroalcohólico. Se entrega zapatillas desechables y mascarillas quirúrgicas en la salida por si es necesario realizar un cambio antes de dejar el Centro. Además, tanto masajista como cliente llevan puesta mascarilla durante el servicio en todo momento.
Se usa siempre material desechable, algo que ya se hacía antes de la pandemia, para garantizar la máxima higiene entre un cliente y otro. Y todo el material no desechable se desinfecta cuando termina el servicio con un cliente. La ventilación ha sido otra de las apuestas de los centros de masaje eróticos, con ventilación y desinfección tanto de la sala de masajes como en los espacios comunes después de cada servicio.
Esto obliga a espaciar más las citas para dar margen suficiente entre cada cliente a proceder a la limpieza y desinfección. Aunque afecte a la rentabilidad del negocio, es algo totalmente necesario para conseguir que no se produzca ningún contagio por COVID en el establecimiento.
Nuevos clientes se acercan al masaje erótico
Muchos clientes habituales del masaje erótico han dejado de acudir desde que se inició la pandemia. Unos por miedo al contacto con otras personas esperan a que pase todo para volver a visitar este tipo de servicios, y otros porque lo hacían en viajes de trabajo cuando necesitaban relajarse y desconectar. Ahora, con las videollamadas y los eventos online, los viajes de trabajo se han reducido drásticamente.
Pero sí han llegado nuevos perfiles de clientes que necesitan alejarse de la soledad y del aislamiento y tener contacto físico. Son personas que nunca antes han demandado este tipo de servicios, pero que ahora lo utilizan como una vía de escape para poder sobrellevar las restricciones de la pandemia.
La cercanía en el trato con los clientes, la calidad del servicio y las estrictas medidas de higiene han sido fundamentales para que sectores como el del masaje erótico pueda sobrevivir y crecer en una situación tan adversa como la actual.