Juan Espadas será proclamado secretario general del PSOE andaluz el próximo 23 de julio, si no hay candidatos alternativos, o el 5 de septiembre, si es que el ‘susanismo’ todavía no se da por vencido tras caer derrotado en las primarias estatales, las últimas autonómicas y las primarias andaluzas.
Es cierto que el alcalde de Sevilla ha pacificado la federación con más peso del PSOE para evitar la victimización de Susana Díaz, que jugó su carta autonomista para insinuar que su rival era ‘el candidato de Ferraz’.
Pero el hábil Espadas evitó fotos con las estrellas del Gobierno central y ahora ha llegado a un pacto de no agresión con Díaz, que deberá barajar un futuro político que solo parece pasar por un puesto en el mismo Senado que rechazó presidir cuando Sánchez le invitó a hacerse a un lado el pasado año.
NUEVO BRÍO
El nuevo barón socialista apostará por su agudizar habitual centrismo para hacer frente al Partido Popular de Juanma Moreno, al que también se le presumen aptitudes para cazar al electorado más templado.
Pedro Sánchez sabe que parte de su futuro se juega en la próxima cita andaluza, ya que el Partido Popular ganaría enteros a nivel estatal si, tras el rotundo triunfo de Ayuso el 4M, se hace con la victoria en el habitual granero socialista.
Algunas encuestas pronostican que el PP podría alcanzar la mayoría absoluta con Vox, que ha apostado por distanciarse de Moreno con el ánimo de evitar ‘el abrazo del oso’. Pero el PSOE quizás recupere aliento tras el triunfo en primarias de Espadas, que si quiere hacerse con la presidencia autonómica tendrá que entenderse con Unidas Podemos.
UNIDAS PODEMOS
Todavía es pronto para saber qué candidato escogerá Unidas Podemos en Andalucía. Es evidente que esta cita será clave para los de Yolanda Díaz, que buscará que el sur sea la tumba política de dos proyectos que aspiran a rivalizar con ella: los Anticapitalistas de Teresa Rodríguez, que liderará Adelante Andalucía, y Más País.
Martina Velarde (Podemos) o Toni Valero (IU) podrían buscar a un candidato mediático para hacerse fuertes. Y entre los nombres que suenan se encuentran Antonio Maíllo, que ha regresado a la política tras superar una enfermedad, y el ministro Alberto Garzón.
NUEVA FASE
No será fácil sacar de La Moncloa a Alberto Garzón, que está centrado en la política estatal y asegura que España ha entrado en un nuevo ciclo político: «La conclusión, prematura quizás, pero con bastante claridad, sería que entramos en una nueva fase, que después del verano estaremos en un escenario totalmente distinto al de los últimos meses, y eso nos obliga a estar preparados ante cualquier contingencia, como siempre».
Garzón cree que la crisis se está gestionando «de una manera totalmente distinta a como fue en la crisis anterior, que se gestó y gestionó a la manera neoliberal, con recortes sobre el espacio público y los derechos de la clase trabajadora y, sobre todo, con una política destinada a proteger los privilegios de quienes más tenían en ese momento».
IU, PARTIDO ESTRATÉGICO
Garzón acaba de ganar las primarias estatales en IU y ya se negó a abandonar el Consejo de Ministros para liderar a Unidas Podemos en la Comunidad de Madrid. El malagueño cree que su organización está en una situación histórica: «Este es un horizonte estratégico que Izquierda Unida lleva reclamando los 35 años de su existencia y ahora lo que tenemos por delante es una oportunidad. Con una capacidad de influencia y de condicionamiento de las próximas sendas de desarrollo muy notables e históricas en términos recientes».
El ministro de Consumo se ha abstenido de entrar a valorar la posibilidad de encabezar en Andalucía a Unidas Podemos, que es la única gran fuerza de la que no se intuye siquiera quién liderará la plancha autonómica.