La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha reaparecido tras superar el coronavirus. Pero, como no podía ser de otra manera, lo ha hecho entrando por la puerta grande (La Sexta) y con una serie de frases cargadas de polémica. Primero fueron frases como que lo que más le ha ayudado para ejercer su cargo de ministra es «haber trabajado como cajera de un supermercado». Y luego echar balones fuera en referencia a la celebración de la manifestación del 8 de marzo por el día de la mujer, una imprudencia que contribuyó a disparar los contagios por coronavirus y que ella, tras pedir a todo el mundo que acudiera, culpa a su propio Gobierno (pero eso sí, a los ministros socialistas).
La pareja del vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias es uno de los altos cargos políticos más polémicos del Ejecutivo. No solo ha llegado a ese puesto ante una fuerte polémica, avivada por ser pareja de quien es, sino que ese ministerio se ha creado exclusivamente para ella. Y una vez se puso al frente de dicha cartera, todo lo que ocurría entre las paredes del edificio público parecía sacado de un reality show. Fiestas de cumpleaños, vídeos con el bebé y todo entre los aplausos de las empleadas (que no empleados) de la ministra de Igualdad.
1TAN CONFUSA QUE SE ACUSA A SÍ MISMA
La ministra se ha creado un nombre en torno al feminismo. Y su día más esperado es el 8 de marzo. Son muchas las acusaciones de que el Gobierno retrasó la adopción de medidas de contención contra el coronavirus para celebrar este gran día, del que Montero se ha convertido casi en la fallera. Sin embargo, la ministra, quien más pidió y animó a los ciudadanos a que acudieran a la protesta, ha echado balones fuera cuando ha sido preguntada por el tema.
Irene Montero ha culpado a sus socios de Gobierno, en especial a Salvador Illa, el ministro de Sanidad, de que se hubiera celebrado dicho evento. Ella asegura que hizo en todo momento lo que recomendaron las autoridades pertinentes (es decir, Sanidad). Vamos, que si alguien tiene la culpa de haber cometido una imprudencia es Illa, y no ella. Esto en cuanto a culpas, pero es más divertido saber qué trabajo tiene la culpa de que ella sea ahora ministra, con poco más de 30 años, algo que verás en la siguiente página.