En Villafranca no se habla de otra cosa. Los vecinos de este municipio de Navarra, con apenas unos 2.800 habitantes, tienen conversación para estos días, aunque sea de ventana a ventana. Las detenciones por compraventa y posesión de drogas son habituales en cualquier región. Pero que esto ocurra durante una cuarentena por estado de alarma ya lo convierte algo fuera de lo normal. Y si encima el incidente está protagonizado por una mujer octogenaria, el suceso pasa a ser excepcional. La Policía Foral compartía el evento en su cuenta de Twitter: «Esta profesión es admirable, siempre hay algo más…».
TRES BOLSAS DE SPEED Y GESTOS OBSCENOS
Los hechos ocurrieron el domingo pasado, cuando agentes de la Policía Foral tuvieron que imponer tres denuncias a una mujer de 80 en la localidad de Villafranca. Ese domingo, una patrulla se encontraba supervisando el cumplimiento del aislamiento obligatorio, cuando dieron el alto a una vecina que caminaba por la calle, incumpliendo la norma decretada por el Gobierno. Los agentes interrogaron a la anciana para pedirle explicaciones y la mujer confesó que estaba guardándole el speed «a la nieta». Efectivamente se le requisaron tres bolsitas de droga, por lo que se le impusieron dos denuncias, una por circular por la vía pública sin causa justificada y otra por llevar estupefacientes.
Pero además, la anciana, nacida en 1940, realizó gestos obscenos contra los agentes. La mujer se sentó en una silla y levantó su falda, dejando al descubierto sus partes íntimas. «Toma, mira aquí también si quieres”, le gritó a los agentes. Estos interpusieron una tercera denuncia por actos obscenos y desobediencia a la autoridad.