La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha reconocido este lunes su «preocupación» por la situación en la que quede Afganistán tras la retirada definitiva de las tropas internacionales el próximo mes de septiembre y después de 20 años de presencia en el país.
Robles ha realizado esta reflexión durante una conferencia sobre la violencia sexual en los conflictos armandos, organizada por la Fundación Mujeres por África que preside la exvicepresidenta del Gobierno María Tereza Fernández de la Vega.
En su intervención, Robles ha emplazado a afrontar la realidad que se vive en los países en guerra, más allá de discursos «teóricos o buenistas», y ha ampliado esta petición al seno de Naciones Unidas, que cree que no puede quedarse en la mera aprobación de resoluciones y debe «llegar hasta el fondo y trabajar para que se cumplan».
La ministra ha señalado especialmente la resolución 1325 de la ONU sobre mujeres, paz y seguridad. «En las reuniones de la OTAN pocos países ponemos el foco en implementar esa resolución», ha lamentado con la esperanza puesta de que esto cambie en la cumbre de la Alianza que se celebre el próximo año en Madrid.
En este contexto, ha señalado especialmente el escenario de Afganistán, de donde las tropas españolas salieron definitivamente el pasado mes tras 19 años de misión y que la coalición internacional ha anunciado que abandonará con el próximo 11 de septiembre como fecha tope.
Robles ha reconocido que le preocupa «mucho» la situación en la que pueda quedar el país, y sobre todo la situación de las mujeres y niñas. Por ello, ha sostenido que ni naciones Unidas ni la OTAN puede «dejar abandonado» este espacio, porque sería «frustrante» un retroceso en materia de derechos y libertades tras dos décadas de intervención internacional.
Otro lugar donde están volcados los militares españoles en Malí, donde Robles cree que la Unión Europea debe afianzar su trabajo de formación a las fuerzas de seguridad locales para que sean ellos quienes asuman la labor de «velar por la paz y protección de los que son más vulnerables».
Para ello, ha remarcado la importancia de implicar a las mujeres en el liderazgo de los procesos de paz. «Sin su liderazgo no va a haber paz», ha advertido coincidiendo con De la Vega, quien ha repasado el «listado de la vergüenza» de zonas en conflicto en las que hay violencia sexual.
La exvicepresidenta ha avisado de que los actuales esfuerzos de la comunidad internacional para erradicar este tipo de violencia «no están dando resultado» y ha instado a poner el enfoque en las víctimas, sus necesidades y su reintegración.
También ha coincidido en este aspecto el rector de la UNED, Ricardo Mairal, quien cree que se ha avanzado durante los últimos años pero «los datos son todavía estremecedores y alarmantemente preocupantes».